
Terminó Mueca, el festival de arte en la calle que tiene lugar cada año en el Puerto de la Cruz. Estuvo brillante este año. Vale la pena el esfuerzo que realiza el Ayuntamiento junto a una legión de voluntarios, todos artistas aficionados, que dan lustre al programa elaborado. Las fotos son una muestra del impacto de alguna de las actuaciones. Muchísima gente este año en Mueca, que se repartió por las calles portuenses. Los artistas no se cortan, salen a darlo todo. Y los miles de turistas que están alojados en el Puerto de la Cruz y mucha gente local siguen con entusiasmo el festival y aplauden a rabiar a los artistas, cuyo mundo es la calle. El Puerto se transforma con Mueca y vale la pena a asistir a los actos que se celebran, que son de todo tipo, desde el teatro a la acrobacia, a actuaciones tan espectaculares como las que mostramos en las fotografías, que ha publicado en su web el Ayuntamiento portuense.

Hablo ahora del documental sobre José González Rivero, “La senda del pionero”, producido por Manuel González Mauricio y dirigido por él mismo y por Raúl Jiménez. La Televisión Canaria se olvidó de emitir una parte de la banda sonora y aunque no afectó a las entrevistas ni a la narración, sí le quitó espectacularidad al documental, muy bien rodado aunque un poquito extenso, en mi opinión. Pero muy bien los entrevistados y desconocidos para mí los elogios que Luis García-Berlanga hizo de la obra de José González Rivero, el cubano-tinerfeño que dirigió el primer largometraje con argumento rodado en Canarias, “El ladrón de los guantes blancos”. Años 20, ¿eh? Creo que el original está en la Filmoteca Canaria. Cuando se estrenó se proyectó simultáneamente en La Laguna y en Santa Cruz y un motorista llevaba los rollos de película de un lado a otro porque sólo había un original. Interesante la aportación que hizo a la película el periodista Romualdo García de Paredes, que era un galán, cuya esposa parece que aportó fondos para costear el rodaje, fundamentalmente el celuloide. Qué pena ese fallo del sonido. Espero que lo emitan otra vez para disfrutarlo. Hablo ahora de otra cosa. Aarón, de 9 años, y Eloy, de 8, son los hijos de Raúl Jiménez y de Guacimara Rodríguez y van camino de convertirse en virtuosos de la guitarra. El sitio en redes Travesuras y Cositas, un portal infantil, ha publicado una actuación de ambos, interpretando la canción “Four” (1954), de Miles Davies. Con permiso de sus padres –de los dos— traigo su actuación a Pipol para que ustedes vean cómo tocan estos dos niños. Tienen de quién aprender. Raúl, algunas veces, cuando no está rodando o dando clases de cine, coge su guitarra y acompañado de un bajista se pone a tocar en la calle, como un músico de una parada de metro cualquiera. Y pone la gorra el tío y se gana unas cuantas monedas. Dice que un día se va a poner a tocar en la puerta de mi casa. Pues que cuente con diez euritos, más no porque no está la cosa como para dispendios. Felicidades a Aarón y a Eloy, que toca el tío el bajo como los ángeles. Son, me dice su padre, buenos estudiantes. Bien, espero que ustedes disfruten con la música que hacen y que al sonido no le ocurra lo que a la Televisión Canaria con el documental de José González Rivero. Hasta mañana.