Se pelean

Ahora se pelean los ministros. Urtasun y Albares se echan las culpas de que los reyes no estuvieran en París, en Notre Dame. A buenas horas. España quedó, gracias a estos dos y a otros, como lo que es, un sin país, una nación descuartizada por el odio y la ambición de un ególatra, que es el que tira de todos los hilos. Era para cesar a los dos ministros, al de Cultura y al de Exteriores, pero no por nada sino por imbéciles. Todo el mundo habla de España, para mal, en Francia. Los franceses no toleran este desaire diplomático y el rey tiene las manos atadas por la Constitución. Si hubiera ido a París, por las bravas, algunos tontos del culo habrían pedido al día siguiente una república. Este país tuvo en sus manos un imperio y lo perdió todo, lo fue perdiendo poco a poco, a causa de su escasa cabeza. No es de extrañar, pues, que cometa estos fallos garrafales de protocolo, engrandecidos por la presencia de personas muy importantes en el interior de la catedral restaurada. España, vecina de Francia, aliada en la OTAN y en Europa del país vecino, no es capaz de ser consecuente con esas alianzas porque tiene gobernantes despistados y analfabetos, sicópatas y aprovechados que sólo van a lo suyo, a enriquecerse y a hacer política partidista en vez de labor de Estado. Y, claro, así nos va. ¿Se imaginan una conversación entre Trump y Sánchez? Pues sí hubo una entre Trump y Macron. Sánchez tuvo que perseguir a Biden por un pasillo para contarle algo al oído que el otro ni entendió, en su demencia senil. Esos son los ridículos que hacemos, como cuando Trump mandó a sentarse no sé si a Sánchez o a Zapatero, casi violentamente, en una reunión en Europa con el líder USA. Hemos sido relegados a la nada, pero por culpa nuestra. A que con Aznar no pasaba. Aznar se metió en el bolsillo a Bush, que lo llamaba Answar; y también a Tony Blair. Ya, fueron los de las fotos de las Azores pero quién sabe si tenían razón: no estoy afirmando nada, sólo preguntándomelo, porque a estas alturas no sé todavía si la guerra de Irak era necesaria o no. Pero por lo menos España estaba en el mapa. Ahora Sánchez y sus ministros estúpidos la han borrado. No existe.