- Publicidad -
Cajasiete
martes, septiembre 10, 2024

Se estrecha el cerco

En un estado de derecho los comportamientos inadecuados siempre salen a la luz y casi siempre tienen su castigo. ¿Estaremos en España ante un caso parecido al que ocurrió en Italia en 1992, que acabó con el primer ministro socialista italiano Bettino Craxi exiliado en Túnez, donde murió? Es impresentable lo que está ocurriendo en España: que los jueces abran procedimientos y la Fiscalía, por sistema, intente echarlos abajo cuando se refieren a dirigentes socialistas o a socios de los dirigentes socialistas. La Fiscalía acaba de responder al juez Peinado que la imputación del socio de Begoña Gómez, Barrabés, tiene “falta de motivación”. ¿Pero es que se ha perdido la vergüenza? Y en el caso de los ERE, un caso flagrante de mamandurria superior a la italiana Tangentópoli de 1992, el Tribunal Constitucional se permite hacer de tribunal de casación del Tribunal Supremo y deja en la calle a los implicados. ¿Pero esto que es? ¿Una dictadura como la de Nicaragua, como la de Venezuela, como la de Cuba? ¿Cómo el presidente del Gobierno se permite colonizar a la Fiscalía y cómo los fiscales de carrera, que han tenido que superar una dura oposición para estar ahí, no se rebelan contra su absoluta y descarada politización? El fiscal general del Estado ha sido denunciado ante el Supremo por el caso del novio de Ayuso y Sánchez ha sido citado a declarar por el juez Peinado, como testigo en el caso que afecta a su mujer. Por deferencia, lo hará en el palacio de La Moncloa. Pero por deferencia, y seguramente para que no monte un espectáculo como cuando envió a 200 policías, drones, helicópteros y furgones blindados para custodiar a su mujer cuando fue citada en el juzgado por un caso de presunta corrupción. A mí esto me recuerda a las actuaciones de presidentes bananeros. Si Sánchez se ve perdido, que no intente convertir a España en una de esas repúblicas; es mejor que se mande a mudar y que se defienda como un ciudadano corriente. España está pasando por unos momentos de descrédito en el mundo como no se habían visto desde el franquismo. Cuando lo de Italia, un primer ministro socialista tuvo que salir huyendo y se produjo una crisis en los partidos que casi acaba con la democracia. Este Sánchez es capaz de todo para escapar del entuerto. No tiene límite a la hora de conseguir sus fines: ni en los pactos, ni en la colonización de las instituciones, ni en mentir constante y descaradamente, ni en poner a su partido a defender a su mujer, como si fueran sus militantes soldados suyos. ¿Pero esto qué es? En un estado de derecho, el que la hace la paga. Y aquí están en la picota el presidente del Gobierno, el fiscal general del Estado, el presidente del Tribunal Constitucional, el hermano de Sánchez, la esposa de Sánchez. ¿Pero a dónde va España? El cerco se estrecha, inevitablemente. Esto no puede de ninguna manera acabar bien, pero me da que quienes están dando verdaderamente la talla son los jueces. Como ocurrió en Italia cuando Tangentópoli. Me da que algunos personajes deberían estar lavándose las manos y quitándose la mierda, antes de que sea demasiado tarde. Y me da que, de ellos, algunos deberían dimitir, antes de que los dimitan.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img

Club de Lectores

Suscribirse tiene ventajas! Decida hasta dónde quiere llegar con nosotros. Desde 0€ a 180€ hay varias modalidades. Conózcalas!

- Publicidad -spot_img
spot_img

LECTOR AL HABLA