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lunes, septiembre 9, 2024

Se cae la Casa Ventoso

Fachada de la Casa Ventoso del Puerto de la Cruz.

La Casa Ventoso, propiedad del Obispado Nivariense y de unos particulares, que no han comprado ni el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ni el Cabildo de Tenerife, se está cayendo. El caserón es precioso y fue colegio de los agustinos donde estudiamos varias generaciones de portuenses. En su torreón recibía yo clases de dibujo, sin éxito desde luego, por parte del padre Lucinio García de la Fuente, que debe haber fallecido ya, que luego se exclaustró y formó una familia.

Torreón de Ventoso.

Gran tipo el padre Lucinio. Era burgalés. Si yo puedo presumir de escribir con una letra muy bonita se lo debo a él. Un hombre íntegro y cuando fue sacerdote, ejemplar. Gran pintor. Ya después le perdí la pista. Allí ocurrió una famosa anécdota, que se contó en el colegio durante años. El bondadoso padre Pablo Díez, una institución en el Puerto, que me parece que no le ha dedicado una triste calle, explicaba en clase la virginidad de María, ante una audiencia incrédula, despreocupada y que pasaba del asunto, incluido un servidor. Cuando el pobre fraile se enrollaba en la explicación se levantó de la última fila el gran Pedro Domínguez, que, a voz en grito, interpeló al sacerdote, preguntándole: “Oiga, padre, ¿y San José era bobo o qué? Para qué fue aquello. Pedro, en cuarto curso, en el Instituto de Santa Cruz, hoy escuela de idiomas, en Enrique Wolfson –hacíamos el bachiller por libre–, me dibujó un jarrón, pero fatal y a toda prisa, porque yo no daba pie con bola, y él entregó un dibujo primoroso del mismo jarrón. La cosa es que aprobaron a mí y a él lo suspendieron. El profesor examinador era el gran pintor Jesús Ortiz, catedrático de dibujo. Debí caerle bien, luego lo conocí mucho. Yo pude pasar a reválida de cuarto y él no. Coño, me parezco a Sánchez. Hace poco, Pedro nos dejó y lo sentí mucho. Su anécdota quedará para la historia del colegio, sobre todo por la cara que puso, tras la interpelación, el bueno del padre Pablo. Pues ahora se cae el colegio, se cae a plomo, y ha habido que desalojarlo de mercadillos y depósito de libros hasta que los técnicos municipales revisen su estructura. Hay mil historias de ese torreón, desde donde se veían los barcos llegar y partir. Lo habitó una poetisa, Victoria Ventoso, y el Colegio San Agustín marcó toda una época en la educación en el Puerto.

Cantinflas ayudó a que reconstruyeran el colegio.

¿Saben quién costeó las obras para que la casona se convirtiera en colegio? Pues, entre otros, el mismísimo Cantinflas, por mediación del sacerdote mexicano monseñor José Flores Göbber, de ascendencia noble mexicana y austriaca, que era amigo del cómico. Un cura muy fino, al que el sabio obispo Pérez Cáceres castigó mandándolo a una parroquia pobre, Somosierra, porque se enfrentó a los padres agustinos, comunidad religiosa que el propio padre Flores trajo a Tenerife para hacerse cargo de la Casa de los Muchachos Pío XII, que así se iba a llamar al principio la escuela. Es una historia curiosa. El padre Flores despertaba filias y fobias. Mi padre, por ejemplo, no lo soportaba y, para molestarlo en su siesta, accionaba repetidamente el pesado aldabón de las caballerizas del palacete de mi abuelo, que lindaba con la casa del mexicano, que era párroco de San Francisco, una de las iglesias más antiguas de Tenerife, que sobrevivió a incendios y a otros infortunios. Todas estas historias me las sé, porque las viví, y hoy el Pipol me ha vuelto a salir monográfico, entre otras cosas porque tengo prisa y no quiero estar indagando más ni en la actualidad ni en mi álbum de recuerdos.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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