Sánchez desprecia a Canarias

Además de lerdo e inculto, copiador de tesis doctorales, Sánchez es un maleducado. Se trajo a Illa y a su mujer a La Mareta, pero no es capaz de recibir al presidente del Gobierno de Canarias, que es lo mínimo que debería hacer si pasa sus vacaciones en una isla canaria. Yo, de Fernando Clavijo, le ordenaría a la diputada de CC en Madrid, Cristina Valido, que no apoye nada de lo que presente el PSOE en el Congreso. Y, si puede, que se una a Puchi –es bastante difícil— y se cepillen al felón de la Presidencia del Gobierno. Es que yo, de Puchi, pactaría de una vez con Feijóo para dejar a este fatuo fuera del Gobierno. Sánchez se ha creído que es el rey (mide varios centímetros menos que el monarca) y ocupa dependencias reales que nos cuestan muchísimo dinero; y usa aviones del Ejército del Aire para él y su familia; y vive como un pachá a nuestra costa, tupidos como estamos a impuestos. Y la tonta del bote de la ministra de Hacienda pegada al culo del presidente, aplaudiendo como aplaudiría Mariquita Pérez cuando la costurera la vestía con traje de domingo, o como haría un bufón de corte. Sánchez está rodeado de pelotas, como Puente y los otros y las otras, y no es capaz de tener la mínima cortesía con el presidente del Gobierno de Canarias, que debe ser medio tolete, porque tampoco protesta. No pone el grito en el cielo, cuando el presidente del Gobierno de España está viviendo en Canarias; en nuestra tierra, no en la suya. Clavijo, por lo menos, puede salir a la calle, pero Sánchez se tiene que meter en su costosa madriguera porque si sacan las narices, él y su mujer, los abuchean en las calles, no los dejan tranquilos. Es una vergüenza lo que está ocurriendo en Lanzarote. El trovador de Maduro, Zapatero; el catalán que concedió las mayores prebendas a los independentistas por orden de Sánchez  y gobierna con ellos; y el felón que ocupa la presidencia del Gobierno, viviendo a cuerpo de rey, a costa de nuestros impuestos. Han vaciado Canarias de guardias civiles para que los escolten a ellos y abandonen la seguridad de los ciudadanos y la isla parece tomada. Es verdad lo que dice la canción, que al canario le partieron el pico con una azada; parece que convenía que el canario no cantara. Pero una vez cantará de nuevo el canario, como cantó en otros tiempos de la historia. A lo mejor para que cuenten en Madrid con Canarias hay que rebelarse, montar pollos, huir a Waterloo o declarar unilateralmente la independencia. El godo Sánchez está jugando con fuego despreciando a Canarias. Sánchez es un ignorante, un osado y un hombre que tiene un pie dentro y otro fuera. Oiga, torres mayores han caído. Y cuando caiga de la presidencia será un tormento porque no podrá salir a la calle.