- Publicidad -
Cajasiete
martes, 2 diciembre,2025

Rusia y China fortalecen su alianza estratégica mientras la guerra en Ucrania se intensifica

Rusia y China han intensificado su cooperación económica, militar y tecnológica en medio de la prolongada guerra en Ucrania, enviando un mensaje claro de unidad frente a las presiones occidentales, especialmente de Estados Unidos y la Unión Europea. Esta semana, durante la visita del canciller chino Wang Yi a Moscú, ambos países reafirmaron su compromiso de profundizar su asociación estratégica, en un momento en que las negociaciones para un posible alto el fuego en Ucrania enfrentan obstáculos.

Wang Yi, quien llegó a la capital rusa el lunes, se reunió con altos funcionarios del Kremlin, incluyendo al presidente Vladimir Putin y al ministro de Asuntos Exteriores Sergey Lavrov. En declaraciones a la prensa, Wang destacó que China apoya los esfuerzos de negociación entre Estados Unidos y Rusia sobre Ucrania, calificando cualquier paso hacia la paz, aunque pequeño, como «constructivo y digno de ser tomado». Sin embargo, también dejó claro que Pekín no tiene intención de distanciarse de Moscú, a pesar de las advertencias de sanciones secundarias por parte de Washington.

La cooperación entre ambos países ha crecido significativamente desde que Rusia lanzó su invasión a Ucrania en febrero de 2022. China, aunque no ha violado directamente las sanciones internacionales contra Rusia, ha aumentado sus compras de petróleo y gas ruso, proporcionando un salvavidas económico a Moscú en un momento en que sus exportaciones tradicionales están severamente restringidas. Según fuentes recientes, China se ha convertido en el mayor comprador de crudo ruso, superando a India, con importaciones que representan alrededor del 35% del total de petróleo ruso exportado por mar en 2024.

Además, posts en X y reportes de prensa indican que Pekín ha intensificado su apoyo técnico, incluyendo la provisión de inteligencia geoespacial y componentes para drones utilizados por Rusia en sus operaciones militares en Ucrania. Aunque China niega oficialmente estar suministrando armamento, analistas sugieren que su asistencia indirecta, como la transferencia de tecnología y materias primas, ha sido crucial para sostener la capacidad militar rusa, especialmente ante las sanciones que limitan su producción interna de misiles y armamento.

Durante las reuniones, Rusia y China firmaron varios acuerdos bilaterales, entre ellos uno para expandir la construcción del gasoducto Power of Siberia 2, que transportará gas natural desde Siberia Oriental a China, fortaleciendo aún más los lazos energéticos. Otro pacto incluyó la cooperación en proyectos de inteligencia artificial y desarrollo de tecnologías de punta, áreas en las que ambos países buscan reducir su dependencia de Occidente.

La alianza también tiene un componente geopolítico claro: contrarrestar la influencia de Estados Unidos. El presidente Donald Trump, desde su regreso a la Casa Blanca, ha intentado mediar en un alto el fuego en Ucrania, pero sus recientes amenazas de imponer aranceles del 25-50% a los compradores de petróleo ruso —incluyendo a China e India— han sido vistas en Moscú y Pekín como intentos de dividir su relación. Sin embargo, fuentes diplomáticas citadas por Reuters y The Guardian sugieren que esta estrategia podría ser contraproducente, ya que Rusia y China perciben estas medidas como una señal de debilidad occidental.

En Ucrania, la situación en el terreno sigue siendo tensa. Rusia ha recuperado casi todo el territorio en la región de Kursk que Ucrania tomó en un contraataque sorpresa el verano pasado, mientras que las negociaciones mediadas por EE.UU. en Arabia Saudita han avanzado lentamente. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha acusado a Putin de prolongar el conflicto, mientras que Trump ha expresado frustración con ambas partes, exigiendo avances concretos antes del 20 de abril, fecha objetivo para un posible alto el fuego.

Desde Pekín, la postura oficial sigue siendo de neutralidad, pero analistas en posts de X y artículos de Al Jazeera señalan que China ve la guerra como una oportunidad para expandir su influencia global mientras Occidente está distraído. El canciller Wang también sugirió que China podría desempeñar un rol en la reconstrucción de Ucrania tras el conflicto, siempre que se respeten «los deseos de las partes involucradas», una declaración que algunos interpretan como una oferta estratégica para ganar puntos en el escenario internacional.

La cooperación ruso-china no está exenta de tensiones. Algunos reportes, como los de The Conversation, advierten que Pekín podría estar inquieto por la creciente relación de Rusia con Corea del Norte, que ha enviado soldados y armamento a Ucrania en apoyo a Moscú. Sin embargo, estas diferencias parecen secundarias frente a su interés común de contrarrestar las sanciones y las políticas de Trump, que incluyen amenazas de sanciones secundarias a bancos chinos que comercien con Rusia.

Con la guerra en Ucrania entrando en su cuarto año, la alianza entre Rusia y China no solo desafía el aislamiento internacional de Moscú, sino que también complica los esfuerzos de Occidente para encontrar una solución diplomática. Mientras las negociaciones continúan, la solidaridad entre Putin y Xi Jinping envía un mensaje claro: su partnership «sin límites», declarada en 2022, sigue más fuerte que nunca.

Redacción
Redacción
Equipo de Redacción de elburgado.com

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img

LECTOR AL HABLA