El ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha sido condenado a pagar una multa de 10.800 euros por “agredir sexualmente” a la futbolista Jennifer Hermoso durante la celebración del Mundial Femenino en 2023. Además, deberá indemnizarla con 3.000 euros por daños morales. Sin embargo, el juez lo ha absuelto del delito de coacciones, desestimando las presiones denunciadas por la jugadora y su entorno.
A pesar de que la Fiscalía solicitaba un año de prisión por agresión sexual y año y medio por coacciones, el magistrado José Manuel Clemente ha optado por imponer la menor sanción posible dentro del marco legal: una multa. Su decisión se basa en la “menor entidad del hecho” y en la ausencia de violencia o intimidación. No obstante, la sentencia sí reconoce que el beso fue “sorpresivo y sin consentimiento”, además de que Rubiales sujetó la cabeza de Hermoso para dárselo.
Resulta paradójico que, mientras se admite la agresión, el castigo se reduzca a una sanción económica fácilmente asumible por el ex dirigente. La sentencia también establece que Rubiales no podrá acercarse a menos de 200 metros de Hermoso, ni comunicarse con ella durante un año, medidas que parecen poco significativas si se tiene en cuenta el impacto mediático y personal del caso.
Las coacciones, probadas pero insuficientes para el juez
El fallo judicial no niega la existencia de presiones hacia Hermoso, pero las considera insuficientes para constituir un delito. Según el juez, las acusaciones no han demostrado que estas presiones implicaran “violencia o intimidación”. La resolución menciona conversaciones en el vestuario, el avión y durante la estancia en Ibiza en las que se intentó que Hermoso rebajara la gravedad de los hechos públicamente. Sin embargo, el tribunal sostiene que estas acciones no son lo bastante contundentes como para justificar una condena por coacciones.
Es significativo que los tres acusados junto a Rubiales—el ex seleccionador Jorge Vilda, el ex director de fútbol Albert Luque y el ex responsable de marketing Rubén Rivera—también hayan sido absueltos. Se desestima así la versión de la jugadora, pese a que el propio juez le otorga “plena credibilidad” en relación con el beso.
Un caso que aún no ha terminado
La sentencia no es firme y puede ser recurrida. La abogada de Rubiales, Olga Tubau, ya ha anunciado que pedirá su absolución total, mientras que la Fiscalía y la acusación particular de Hermoso podrían solicitar un castigo mayor.
Este fallo pone sobre la mesa un debate más amplio: ¿hasta qué punto la justicia española está preparada para sancionar adecuadamente este tipo de comportamientos? La leve condena impuesta a Rubiales envía un mensaje ambiguo, dejando la sensación de que, aunque se reconozca el delito, las consecuencias pueden ser poco más que simbólicas.
