Qué bonito espectáculo anteayer, en la recepción del rey, el del colaboracionista y parcial fiscal general del Estado con el matrimonio Sánchez, de risas y de fiestas, ella, Begoña Gómez, imputada por un juez por chanchullos diversos que pueden llevarla a la mazmorra. Los tres a carcajada limpia, como burlándose de los críticos. Demostrando su unidad inquebrantable. Para lo de la amnistía tuvo García Ortiz que sacar a una fiscal de un quirófano para que votara, a otra buscarla para que lo hiciera a distancia y dar la orden del sufragio favorable a sus tesis a la inefable Dolores Delgado, la mujer del prevaricador Garzón; Lola está en todas las que le conviene. Y además sabe que la debe. La asociación mayoritaria de fiscales ha puesto a caer de un burro a García Ortiz, que está cerca de ser imputado por el Tribunal Supremo por el caso del novio de Ayuso. ¿Cómo nos mirarán en un país normal? ¿Cómo calificará Europa a un presidente que coloniza a su favor las instituciones? ¿Cómo se sentirá la UE teniendo a una especie de Maduro en un Gobierno en España? ¿Pero es que no les da vergüenza? Sánchez, aunque él no quiera creerlo, va camino de un proceso judicial, estoy convencido. Gobernar así no es propio de un demócrata, sino de un sociópata. Sánchez, aunque no se dé cuenta de ello, va derechito hacia un proceso, como ya lo ha conseguido su mujer, que se empezó a creer que España era suya y de su marido. No, en España quedan instituciones capaces de poner orden en este caos, que ya sobrepasa lo tolerable. Otra es la del Tribunal Constitucional, convertido en tribunal de casación para salvar sociatas imputados. ¿Pero a dónde hemos llegado? Conde-Pumpido y sus cuatro pupilas, más un ex ministro socialista y no sé quién más han equivocado la condición de tribunal de garantías del TC. Y están actuando como si fueran la sala de casación del Tribunal Supremo, que es la última instancia en el ordenamiento jurídico español. Lo que diga el Supremo va a misa, el Constitucional está para garantizar el cumplimiento de la Constitución. Pero había que salvar a Magdalena Álvarez y ya la han salvado. Ni tienen reparo, ni tienen vergüenza Sánchez y su banda. Se saltan cualquier escollo con tal de que el jefe siga sentado en La Moncloa. Qué asco.
martes, septiembre 17, 2024
Qué bonito espectáculo
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