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sábado, 12 julio,2025

Presentado el libro de la Biblioteca de Artistas de Canarias sobre Eva Fernández, de Celestino Celso Hernández.- Se hace justicia con una gran artista orotavense, que figuró entre los componentes de Nuestro Arte.- Su presentación llenó el Instituto de Estudios Hispánicos y su hijo Carlos interpretó “Alfonsina y el mar”, la canción favorita de su madre.

La pintora orotavense Eva Fernández.

La Biblioteca de Artistas de Canarias (BAC) hizo justicia con la pintora Eva Fernández, en el volumen 86 de su extraordinaria colección, que yo tengo en mis manos y que fue escrito y dirigido por Celestino Celso Hernández, vicepresidente del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias y director del Museo Westerdahl del Puerto de la Cruz. Fue el propio Celestino quien ha tenido la amabilidad de acercármelo a mi casa, porque no pude asistir al acto de presentación, como me habría gustado, porque no sé si en el Instituto dejan entrar perros y no tenía con quien dejar a Mini. A mí, Eva, a la que conocí y tuve amistad con ella y con su marido y padre de sus cinco hijos, el médico pediatra Diego M. Guigou y Costa, director que fue del Hospitalito, que había fundado su padre, del mismo nombre, me parece una gran pintora. Tengo en mi poder varios libros de don Diego, entre ellos “El Puerto de la Cruz y los Iriarte”, una obra excelente, editada por Litografía Romero. Me lo dedicó con mucho afecto, con una letra clarísima, nada de escritura de médico. Puso: “A mi querido amigo Andrés González de Chaves, deseándole un brillante futuro en su carrera como periodista”. Fue el 6 de junio de 1978. Estuve varias veces con ellos, con Eva y don Diego, en su casa de la avenida de Bélgica –antes habían vivido en Sabino Berthelot, casi esquina con Robayna–.

Una vista del salón de actos del instituto, en la presentación del libro.

Se llenó el martes el pequeño salón de actos del Instituto, con Carlos Díaz-Bertrana, director de la colección, el autor del libro, Celestino Celso Hernández, y el viceconsejero de Cultura en la presidencia. Ahora tengo dos volúmenes del libro porque Carlos, amablemente, me había dejado otro en Los Limoneros. Lo pondré en buenas manos. Cuando Eva pinta gente en la playa tienes rasgos de Sorolla, yo creo que se inspiró en él. Su maestro, sin embargo, fue don Francisco Bonín, a quien conocí, vi pintar y fui co-comisario de la exposición antológica que, en la noche de los tiempos, organizamos en el Instituto de Estudios Hispánicos los miembros de la Sección de Estudiantes. Y fantásticos son los bodegones de Eva Fernández y muy buenos sus retratos. Cultivó Eva todos los géneros y Celestino ha hecho una biografía buenísima de la artista, muy bien escrita.

Mesa del acto en el Instituto de Estudios Hispánicos.

Se merecía este libro. En el acto de presentación, su hijo Carlos, que debe superar los noventa años, o a lo mejor algo menos, interpretó a la guitarra “Alfonsina y el mar”, que era la canción preferida de su madre. Un acto muy emotivo, según me refieren. Don Diego tenía una manía: aunque el enfermo al que iba a atender viviera cerca de su casa, siempre iba en coche. No le gustaba caminar. Fue un gran pediatra que estudió en Cádiz. Ya digo, un gran pediatra, como también lo fue su padre, fundador de la especialidad en Canarias. Supongo que sería de la misma época de otro gran médico de idéntica especialidad, catedrático que fue de Sevilla, don Manuel Suárez Perdiguero, a quien tuve la fortuna de entrevistar, igual que a don Diego. Don Manuel estudió en Zaragoza y se jubiló siendo catedrático de la Facultad de Medicina de Sevilla, de la que fue decano, en donde yo también estudié, o al menos asistí a clase. Tengo una foto con bata blanca en la sala de disección, que hoy no se hubiera podido tomar, antes sí. Estoy en ella con Juan Antonio Díaz, ilustre urólogo palmero, que no sé si ya está jubilado o sigue en la brecha. La última vez que lo vi fue en la boda de su hija, en la iglesia del Sagrado Corazón. Iba en vaqueros porque le habían perdido la maleta y no pudo vestirse adecuadamente para la ceremonia. Pero lo importante era estar y Juan Antonio estuvo.

Portada del libro dedicado a Eva Fernández.

Volviendo al libro sobre Eva, se trata de un estudio exhaustivo de su obra, que hace el número 86 de la Biblioteca y que merece el honor de pertenecer a ella. Yo tengo todos los volúmenes. Para mí es una joya esta colección, por eso no la incluí en los regalos que hice a los ayuntamientos de Garachico y del Puerto de la Cruz de miles de volúmenes, coleccionados a lo largo de mi vida. Algunas cosas me reservé para mis hijas. Entre ella la Biblioteca de Artistas de Canarias, que es una pasada. Y que lleva, con admirable dedicación y éxito, mi amigo Carlos Díaz-Bertrana, aunque por alguna extraña circunstancia no haya dado entrada en ella, al menos de momento, al gran Miguel Arocha, especialista en Velázquez, conferenciante en El Prado y el mejor retratista vivo de las Islas Canarias.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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