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miércoles, 25 junio,2025

Por fin, la primavera

“¡Randolph, no me interrumpas cuando estoy interrumpiendo!”, le dijo Churchill a su hijo, en medio de una discusión familiar. Me ha interrumpido Mini con un ladrido inusual, cuando me disponía a escribir del inicio de la primavera, que es como un homenaje anual y colorido a Vivaldi, en la estación que hoy, jueves, comienza. Tengo que recurrir de nuevo a Churchill y retrotraerme a aquel día en el que un periodista le preguntó: “Sir Winston, ¿ha pensado en retirarse?”. A lo que el viejo premier contestó: “No, hasta que yo esté bastante peor y el Imperio bastante mejor”. Aquí no tenemos imperio sino a un imbécil, fatuo y enfermo, que quiere eternizarse en el poder, sustituir al rey, violentar la Constitución, que se ha apoderado de las instituciones y que ahora premia a los medios con nuestro dinero, o se apropia de ellos, y castiga duramente a los que no le doran la píldora. Como estoy con Churchill y ha comenzado la primavera, lo vuelvo a citar: “Cada vez que los socialistas veis algo grande queréis nacionalizarlo”. Sánchez vio a Telefónica, vio al Banco de España, vio a la Fiscalía General, vio a Indra, vio visiones con La Séptima y “El País”. Y a Sánchez, como a todos los que sufren algún tipo de esquizofrenia, le afecta la primavera y en estos próximos tres meses querrá nacionalizarlo todo. Así que prepárense como me estoy preparando yo. A este paso querrá nacionalizar hasta a Isabel Díaz Ayuso y a su novio, al que Sánchez le ha mandado la Fiscalía y la Judicatura afín para que lo conduzcan a la plaza e intenten torearlo y, si es posible, mandarlo al matadero, usando –yo– matadero como metáfora. Así que esto es lo que hay, de momento, a la espera de un nuevo viaje a París de Óscar López y de Murtra, con el maletín, para volver a hablar con Vivendi y esta vez con Oughourlian, y comprarle sus acciones de Prisa con la publicidad y el dinero de Telefónica. Sánchez no tiene escrúpulos, ni siquiera con la aparición poética del néctar de las flores y de las abejas que lo extienden por los prados, por los juncos y por los jardines. Sánchez no tiene sangre, sino bilis, así que no se le puede alterar nada con la llegada de la estación que estimula la imaginación de los poetas e invita al hombre –y a la mujer— a salir al jardín. Y a jugar al golf: “Un deporte curioso, cuyo objetivo es meter una pelota muy pequeña en un agujero muy pequeño con objetos mal diseñados para ese propósito” (W.Ch.).

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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