Pero, ¿por qué no te vas?

Pero, ¿por qué no te vas, Sánchez? No puedes salir a la calle, tienes a tu mujer imputada, tienes a tu hermanito menor imputado, tienes a tu ex ministro, número dos y amigo imputado, Ábalos. ¿Qué más quieres? Tienes a un ministro –Marlaska—que está destrozando a la Guardia Civil; tienes a una vicepresidenta –Ribera—metida hasta el cuello en el lodo de Valencia. Tienes al loro gallego –Yolanda— diciendo disparates y peleándose con el mundo. ¿Por qué no te vas y dejas en paz a España? Hasta tienes contento a los reyes, cuando tu mujer usurpa en China el inexistente papel de primera dama. Eres un ridículo mundial y sigues ahí, cumpliendo tu estúpido manual de resistencia, que es un tratado vacuo de aquel aserto de Camilo José Cela: “El que resiste, gana”.  Vete ya, hombre, y así a lo mejor podrás seguir viviendo en España porque recuperarás un poquito de dignidad, porque de lo contrario te van a silbar y a abuchear por donde quiera que pases, que es lo mismo que hacen los tuyos cuando alguien de la derecha les molesta. Eres un canchanchán que ha convertido a España en unos zorros, con un paro desorbitado, una panda de gandules que te asesoran a cambio de mucho dinero, ministros trincones, amigos como Aldama que esconden el dinero de sus mordidas en el extranjero, maletas de oro que no se sabe dónde están, órdenes que a cualquier otro conducirían al talego. Has destrozado el Tribunal Constitucional, vas camino de destruir el Banco de España. Vete ya, Sánchez, hazlo por el bien de este país. Un presidente que copia tesis doctorales, al que le escriben los libros que firma, que actúa con un cinismo y una caradura impropios de un gobernante europeo. ¿Cuáles son tus valores? ¿O es que se los vas a pedir prestados a Groucho Marx? Mándate a mudar y deja de usar trucos de magia, como acorralar a Mazón volteando una manifestación que iba contra ti, no contra él. Eres especialista en virar tortillas, pero ya el país te ha calado. No, no, el país/periódico no, ese lo tienes en el bolsillo comprado con publicidad y con la televisión que viene. El país llamado España. El nuestro, que espero que pronto deje de ser el tuyo, porque no te quiere. Estás ahí por lo que estás, no porque hayas ganado unos putos comicios. Nunca Borges tuvo tanta razón: “La democracia es un abuso de la estadística”. Ponte otra vez la chupa y da vueltas por España, a ver si esta vez puedes, Sánchez.