
El día 5 de abril se proyectará en los Yelmo Cines de Meridiano un pase privado del documental titulado “Miguel Velázquez, el catedrático del ring”, del director David Cánovas, que estuvo nominado a los Goya por un corto protagonizado por José Coronado y que dirigió el largometraje “La punta del iceberg” con Maribel Verdú y Carmelo Gómez.
Entre otras cosas. David ha realizado un documental de casi dos horas, que terminará en las plataformas digitales, seguro, sobre el que fuera campeón del mundo, Miguel Velázquez. Yo he tenido el placer de intervenir en ese documental, me grabaron en el Castillo de San Felipe.

Le tengo un gran afecto a Miguel, pero las mejores opiniones sobre el gran púgil son las del maestro Antonio Salgado, que yo creo que fue quien le puso a Velázquez el sobrenombre de “El catedrático del ring”. Salgado, con Fernando Vadillo y Manuel Alcántara, ambos fallecidos, fue uno de los tres cronistas de boxeo más importantes de España. El guion del documental es de Raúl Jiménez, director de “Muchachos”, largometraje en el que yo hice un cameo vestido de cura, dirigiendo un coro y cabreándome con los que desafinaban.

Se rodó en la iglesia de Tejina y Raúl, que debe ser muy laico, quería cambiar de sitio hasta el altar, a lo que yo me negué con vehemencia. Además, como todos los grandes, es músico callejero. Ayer me dijo: “Santana, el gran guitarrista, dijo que el rock es una piscina y el jazz un océano”. A veces, con un amigo bajista, toca en la calle, y le dejan dinero en la gorra que coloca delante de ellos. Ayer también me dijo: “Soy más bueno en la música que en el cine”. Pues debe ser muy bueno en la música—yo no lo he escuchado–, porque en el cine lo es mucho. Ellos tocan como señores, sentados, más que sentados apachurrados, en un banco del Camino de las Peras, junto a un árbol muy bello que hay allí. Y la gente se para a escucharlos y le dejan sus perras (no sé si Raúl reparte con el otro o se mama la recaudación). A esa premiere sobre Miguel Velázquez va a asistir el maestro Salgado, al que yo convencí para que interviniera en el reportaje. Lo grabaron en el Casino de los Caballeros, hoy Real Casino. Raúl me ha mandado las fotos, que ustedes tienen hoy aquí, en Pipol. También hablé con David Cánovas. Ayer llamé a Salvador García para que la Asociación de la Prensa –yo la sigo llamando así— tenga una atención, un reconocimiento, con Antonio Salgado, que va camino de los noventa y que sigue tan campante. Bueno, pues Raúl Jiménez prepara un musical sobre el maestro Juan Estany, autor del chotis “No se puede ser guapo”. Don Juan mantuvo un pleito internacional, no sé si con Frank Sinatra o con Quincy Jones o con el supuesto autor, porque “Extraños en la noche”, atribuida al croata Ivo Robic, es en realidad un plagio del chotis del maestro Juan Estany, un gran músico. Perdió Estany, cuyo legado musical se conserva en el Archivo Provincial. Todo eso lo sabe Raúl porque yo se lo conté y a mí me lo relató don Juan Estany, en la noche de los tiempos, cuando yo era un pibe y trabajaba de meritorio en “La Tarde”, que entonces dirigía don Víctor Zurita y luego Alfonso García-Ramos. El musical se va a titular “Extraño (sin la s) en la noche”. Una gran idea. Que cuente todo lo que pasó, con música de don Juan Estany, bien interpretada. Me encanta la idea. Termino con la foto de un aparatoso accidente en la vía del barranco de Santos, la que hizo Miguel Zerolo y nunca se inauguró, ni nadie le atribuye el mérito a este gran alcalde. El coche lo conducía una señora o señorita, no hubo heridos y tampoco conozco otros extremos del siniestro.

Un amigo mío pasaba por allí y, sin soltar el volante –Dios nos asista si lo suelta, si es peligroso incluso con él en la mano—, tomó esta foto con su teléfono móvil. No es verdad, mi amigo iba de copiloto, pero quería hacer el chiste. En fin, que no pasó nada, pero la Policía Local tardó mucho en acudir a la llamada. Incluso mi amigo, que es letrado, se aburrió de esperar y, visto que no había heridos, pues se marchó. Y todavía no había llegado la pasma.