El exvicepresidente del Gobierno y fundador de Podemos, Pablo Iglesias, lanzó este lunes una campaña de crowdfunding para recaudar fondos y trasladar su taberna Garibaldi, ubicada en el barrio madrileño de Lavapiés, a un local más grande que permita ampliar sus actividades culturales y alojar a más público. El anuncio, hecho a través de un vídeo publicado en su cuenta de X y en la plataforma de financiación colectiva, busca involucrar a militantes y simpatizantes en un proyecto que Iglesias presenta como una respuesta a la “censura” y una apuesta por un espacio “antifascista de libertad”.
En el vídeo, Iglesias recuerda que la taberna, inaugurada en marzo de 2024 junto al poeta Sebastián Fiorilli y el cantautor Carlos Ávila, comenzó como un pequeño espacio cultural con vocación política, pero que rápidamente se quedó pequeña ante la demanda de eventos, presentaciones de libros y encuentros sociales. “Hace solo un año abrimos la Garibaldi. Éramos tres soñadores: un poeta, un cantautor y un profesor de políticas. No queríamos ganar dinero, pero sí ganar un espacio antifascista de libertad”, explica, destacando que el local se ha convertido en un punto de referencia para la izquierda en Madrid y para visitantes de otras regiones y países.
La campaña de crowdfunding, con un enlace disponible en redes sociales, tiene como objetivo recaudar fondos para mudarse a un local más amplio que permita organizar actos culturales más ambiciosos, como presentaciones de libros, lecturas de poesía y conciertos acústicos. Iglesias vincula esta iniciativa a un reciente conflicto con el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por José Luis Martínez-Almeida (PP), quien denegó el permiso para presentar su nuevo libro, “Enemigos íntimos”, en un centro cultural municipal en Vallecas. “Almeida nos prohibió presentar mi libro en un centro cultural del Ayuntamiento y nos mandó al Garibaldi. Frente a la censura, queremos un sitio más grande para juntarnos y hacer actos”, afirmó en su mensaje en X, publicado a las 9:13 de hoy.
La taberna Garibaldi, conocida por su decoración con símbolos comunistas, banderas palestinas y referencias a figuras históricas de la izquierda como Giuseppe Garibaldi, ha sido desde su apertura un espacio controvertido. En su primer año, enfrentó críticas por problemas de higiene, quejas laborales de sus trabajadores y polémicas como la retirada de un cóctel bautizado “Durruti Dry Martini” tras protestas anarquistas. A pesar de ello, el local ha mantenido una clientela fiel, con visitas ocasionales de figuras como Irene Montero, Pablo Echenique y Gabriel Rufián, según reportes de medios locales.
Iglesias también aludió en el vídeo a un incidente en 2024, cuando grupos como Desokupa amenazaron una presentación de un libro de Irene Montero en la taberna, lo que generó una respuesta masiva de militantes y vecinos que defendieron el espacio. “Esa fue una hermosa lección. Hoy, el alcalde nos obliga otra vez a que la Garibaldi sea noticia con su arrogancia”, afirmó, sugiriendo que la oposición del Ayuntamiento ha motivado este nuevo proyecto de expansión.
Hasta el momento, la campaña ha recaudado más de 6.000 euros en las primeras dos horas. El objetivo exacto de fondos no ha sido revelado, pero Iglesias asegura que el nuevo local permitirá “crecer” y convertirse en un espacio aún más significativo para la izquierda. La taberna actual, ubicada en la calle Ave María, 8, ha sido descrita en reportajes como un lugar “viejuno” con precios razonables (entre 5 y 15 euros por plato), pero con limitaciones de espacio y ventilación, según críticos gastronómicos.
El anuncio ha coincidido con una jornada de intensa actividad política en Madrid, donde Almeida respondió con ironía a las críticas de Iglesias, diciendo que “si no hay sitio en Vallecas, siempre queda el Garibaldi”. Esta declaración, hecha el pasado 4 de abril, parece haber sido el desencadenante directo del crowdfunding, según el propio Iglesias, quien ve en ella una oportunidad para ampliar el impacto del local.
Sin embargo, la iniciativa no está exenta de desafíos. La taberna ha enfrentado en los últimos meses denuncias de sus trabajadores por condiciones laborales precarias, como salarios bajos y turnos abusivos, lo que llevó a la creación de una sección sindical de la CNT en febrero de 2025. Aunque el local desmintió estas acusaciones en un comunicado, la controversia podría afectar la percepción pública del crowdfunding.
Por ahora, Iglesias y sus socios confían en que la respuesta de sus seguidores será masiva, apelando a la solidaridad de la izquierda para financiar un proyecto que, según ellos, va más allá de lo comercial y busca ser un bastión cultural y político. La ciudad de Madrid, dividida entre el gobierno municipal del PP y las fuerzas progresistas, observa con interés si este movimiento logrará consolidar a la Garibaldi como un símbolo de resistencia o si terminará siendo otro capítulo en la trayectoria controvertida del exlíder de Podemos.





