El otro día me censuraron la voz en un video de Tik-Tok porque decían que mis palabras podrían contener odio. ¿Odio por decir que esto o aquello es una mariconada? ¿Van a prohibir también la riqueza vieja de las expresiones? ¿O quizá por afirmar que si Pedro Sánchez viviera en Bangladesh estaría en el talego, porque allí copiar un examen lleva pena de cárcel? ¿O no es verdad que Pedro Sánchez fusiló su tesis doctoral y que tiene un negro, o una negra (expresión que se aplica a un contratado para que escriba una obra que firma otro) que le escribe sus libros? Bueno, pues por todo esto silenciaron mi comentario, por lo que creo que alguien en Madrid está muy atento a lo que digo y que cualquier día me mandan un guardia o similar y me engrilletan, lo que no implicaría otro delito de odio, sino simplemente defensa propia, porque el poder nunca se equivoca sino que se defiende. Ay de aquel que desafíe a un Gobierno o a un Estado. Tiene todas las de perder. Miren a Hacienda: premia con dinero a los inspectores que levantan actas, tienen la presunción de certeza, el poder de embargarte tus cuentas sin una decisión judicial de por medio, te pueden acorralar de por vida, quitarte todas las propiedades y, ya al final de tu vida, cuando ganas un pleito eterno, tus herederos se han hartado de las reclamaciones de su padre y Hacienda se queda con todo, en su inmensa voracidad. ¿Qué les parece? Este es el garantista sistema español, donde todos somos carne de cañón mientras los que están allá arriba dictan normas miserables para que ellos puedan cobrar siempre más y más. Dicen que la gente se va de Venezuela porque allí hay una dictadura. ¿Y la gente de España? ¿Se queda en España? ¿Hasta cuándo?
viernes, octubre 11, 2024