El hermano de Sánchez, que por cierto tiene idéntica voz que el otro, o es tonto del todo o ha perdido la memoria. Que no recuerde dónde trabajaba, ni tampoco los nombres de sus subordinados, ni siquiera qué le preguntaron en su entrevista de trabajo, más parece una tomadura de pelo a quienes le interrogaban y al propio tribunal que instruye su causa. Esta familia Cebolleta nos va a volver locos a todos. Ahora, el felón de La Moncloa se inventa una ley para protegerlos, que ya ha sido rechazada por las cuatro organizaciones de jueces y por la sociedad en general. Va a ser metida con calzador en las Cortes por el trámite de urgencia para intentar salvar a la Bego, al hermanísimo y a quien de la familia Sánchez se meta en camisa de once varas. La colonización sanchista llega también a los códices, es decir, pretenden colonizar también al Parlamento, para que la cagada sea completa: Tribunal Constitucional, Consejo Superior de Deportes, tramitación de las leyes por la vía de urgencia, gobernar por decreto-ley, reestructurar la organización de la Administración de Justicia en beneficio propio. ¿Qué más quiere la familia Cebolleta? En cuanto al hermanísimo, el director de orquesta, su pérdida de memoria y de sentido de la realidad, de su ubicación personal en el universo y de sus actos suponen un peligro social, o casi. Yo le recomendaría que se lo tratase, que se pusiera en manos de neurólogos porque sus declaraciones ante el tribunal no son las que se podrían llamar normales. No sé cuánto va a durar la tortura china de los Sánchez para España y los españoles. Un día acabará y no sabrán dónde ir, porque no van a caber todos en los aviones Falcon esos que usan para ir de aquí para allá. Tampoco sé si Sánchez tendrá que convocar elecciones anticipadas, si podrá acabar la escabechina en su propio partido, si logrará escapar a su mujer y a su hermano de la acción de la justicia, si resucitará a Franco, si logrará salvar al Barça del caso Negreira y de la cacicada del CSD, no sé nada, pero lo que sí sé es lo obvio, como diría el ilustrísimo señor don Luis Membiela de Vidal, presidente que fue de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife: “No hace falta recurrir a los santos padres, a los evangelios ni al Aquinatense para afirmar con toda rotundidad que el porvenir es obvio”. Son palabras textuales. Aunque en resistencia –él la llama resiliencia— no hay quien le gane a Sánchez. Tiene hasta un manual escrito (por otra). Porque todo lo que Sánchez tiene parece falso. Ay.
sábado, 17 mayo,2025
