El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha intensificado su ofensiva contra las bandas criminales al solicitar formalmente la colaboración de las fuerzas armadas de Estados Unidos, Europa y Brasil, según anunció en una entrevista el martes 18 de marzo de 2025. En medio de una escalada de violencia que ha convertido al país en un epicentro del narcotráfico, Noboa subrayó la necesidad de asistencia internacional para enfrentar lo que describió como «grupos narco-terroristas» que controlan rutas clave para el tráfico de cocaína, de la cual el 70% a nivel mundial pasa por los puertos ecuatorianos.
Durante su declaración, el mandatario pidió específicamente al presidente estadounidense, Donald Trump, que designe a bandas locales como Los Choneros, Los Lobos y Los Tiguerones como organizaciones terroristas, una medida que facilitaría una intervención más directa de Washington. Noboa también destacó la urgencia de contar con fuerzas especiales extranjeras para apoyar a los 35,000 efectivos militares ecuatorianos, superados en número por los aproximadamente 40,000 miembros armados de estas organizaciones delictivas. Además, ha ordenado al Ministerio de Relaciones Exteriores negociar acuerdos de cooperación con naciones aliadas y busca una reforma constitucional para permitir bases militares extranjeras en el país, algo prohibido desde 2009.
La solicitud se enmarca en un contexto electoral crítico, con Noboa buscando la reelección en un balotaje el próximo 13 de abril frente a la candidata izquierdista Luisa González. La seguridad sigue siendo el tema dominante en la campaña, tras un enero que registró un récord de asesinatos y ataques como el asalto a una estación de televisión en Guayaquil. Aunque algunos sectores apoyan la llegada de tropas extranjeras, otros expresan temores sobre posibles abusos de derechos humanos, evocando controversias pasadas vinculadas a figuras como Erik Prince, aliado de Trump y fundador de Blackwater, con quien Noboa mantiene una relación de asesoría.
El presidente defendió su estrategia, insistiendo en que las bandas han violado derechos fundamentales durante años mediante asesinatos, secuestros y tráfico de drogas, y afirmó que cualquier intervención respetará las leyes ecuatorianas. Mientras tanto, la violencia sigue en aumento, y Noboa reiteró que Ecuador no puede enfrentar esta crisis transnacional sin un respaldo internacional coordinado, un desafío que pondrá a prueba tanto su liderazgo como la disposición de las potencias solicitadas a involucrarse en esta guerra contra el crimen organizado.