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miércoles, diciembre 11, 2024

¿No detuvieron a El Yoyas?, pues a Puigdemont también

¿No detuvieron a El Yoyas, que estaba fugado en una casa de campo? Pues a Puigdemont, igual, porque dice la Constitución que todos los españoles somos iguales ante la ley. La diferencia entre El Yoyas y Puigdemont es que aquel es un tipo que les pega a las mujeres, por lo que merece estar en prisión, y Puigdemont también lo merece, pero por vulnerar la unidad de España. Los dos son delincuentes, los dos estaban fugados y los dos merecen entrar en la mazmorra, qué quieren que les diga. Sánchez, que es listo pero a veces parece bobo, ¿va a permitir que Puchi se la monte en Barcelona por no detenerlo en la frontera? El juez que le toque, según donde lo detengan, llamará al Supremo y el Supremo le dirá que le tome los datos, le retire el pasaporte y emita un auto para que se presente cada quince días en el juzgado de guardia. Esto será todo, Puigdemont no irá a la cárcel, de momento, y el Supremo decidirá, ya en septiembre, lo que hacer con él. Lo bueno de todo esto es que el independentismo catalán, que está de capa caída, anda también peleado y Sánchez, una vez más, ha jugado a lo mejor que sabe hacer: al divide y vencerás. Mañana, Cataluña puede ser una fiesta o un infierno, dependiendo de cómo se lo tomen unos y otros, pero Puigdemont, según sea interceptado en la frontera o en las Ramblas, se sentará o no en su escaño parlamentario y todos tan contentos. Sánchez ha vendido a España de nuevo y sus barones, todos, le harán la ola porque es mejor estar calentito, con el sueldo oficial a final de mes, que andar por ahí de paria de la tierra, sin oficio ni beneficio. A lo mejor resulta que Puigdemont, vestido de reinona, ya está en Barcelona y ha burlado la vigilancia del CNI, pero no lo creo, porque los agentes del CNI, cuando se ponen, son muy buenos. Otras veces no, otras veces son unos chapuceros de cojones. Yo los vi actuar cuando espiaron a Bossano, el ministro principal de Gibraltar, cuando vino a Canarias. Lo espiaron ocupando la habitación contigua del hotel Botánico y le montaron dispositivo que grababa todo lo que decía Bossano en el coche donde se trasladaba por la isla. No sé para qué semejante chorrada. ¿De qué iba a hablar Bossano con los empresarios que lo trajeron? ¿De la independencia de Canarias o de las bondades fiscales del Peñón? Pues de lo segundo. Porque a mí, sinceramente, el Peñón me importa un huevo. No me molesta para nada que sea inglés porque es más bien una cosa exótica: un pueblo inglés dentro de España, asfixiado por una aduana implacable para los cuatro bobos que entran y salen en coche y liberado por una vigilancia extrañamente insuficiente para los cuatro listos de las narcolanchas. Pues eso, hoy tenemos Volantín monográfico, o casi. Puchi estará mañana en Barcelona, si no es engrilletado en la frontera. Depende del CNI y de la Guardia Civil, que lo siguen a corta distancia. Aunque Puchi también tenga su  servicio de información. Como en la película Casablanca, aquí todo el mundo espía a todo el mundo.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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