El aumento de la temperatura nocturna afecta nuestra capacidad para conciliar un sueño reparador. Durante el verano, los días más largos y la mayor exposición a la luz solar retrasan nuestro ritmo circadiano, dificultando el sueño. Además, prácticas comunes en esta época, como cenar tarde, usar aire acondicionado y consumir alcohol, pueden empeorar la situación.
La temperatura corporal suele bajar durante el sueño y volver a la normalidad antes de despertarnos. Sin embargo, cuando las temperaturas ambientales son extremas, se altera esta termorregulación, dificultando el descanso. La National Sleep Foundation indica que una de las causas comunes de insomnio es la baja producción de melatonina, una hormona que regula el ciclo sueño-vigilia.
La melatonina es esencial para un sueño adecuado, contribuyendo a la salud mental y física. Un buen sueño fortalece el sistema inmunológico, promueve el desarrollo cognitivo y emocional, y ayuda en la reparación celular y el crecimiento físico. Además, estabiliza hormonas que controlan el estrés, el apetito y los niveles de glucosa, manteniendo el cortisol bajo control. Los expertos recomiendan al menos 8 horas de sueño para adultos, aunque solo una o dos de estas serán de sueño profundo.
¿Y qué pasa con los más pequeños? El buen descanso es crucial para los niños, ya que su crecimiento y recuperación de energía dependen de un sueño óptimo. Durante el verano, los niños también experimentan alteraciones en sus rutinas, afectando su ciclo de sueño. Un aporte extra de melatonina puede ayudar a establecer patrones de sueño más regulares, mejorando su salud general.
La venta de melatonina se presenta en distintos formatos. Recientemente, la novedad en gominolas ha ganado popularidad entre los niños por varias razones. Este formato es fácil y conveniente de tomar, lo que resulta atractivo para aquellos que tienen dificultades para tragar píldoras. Además, la textura suave y el sabor dulce hacen que las gominolas sean más agradables para los niños, facilitando su consumo.
Aunque la melatonina está presente en alimentos como el arroz, la avena y el maíz dulce, es recomendable un aporte extra durante la primavera y el verano. Esto ayuda a regular el ciclo de sueño y evita la fatiga y los altibajos de energía causados por el calor, la deshidratación y otros desajustes propios de estas estaciones.