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domingo, 25 mayo,2025

Lo niego todo

Ábalos lo niega todo, dice que el malo es Koldo y que lo demás son invenciones de unos y de otros. Fantástico. Ábalos cree que con eso quedará libre, pero ahora todo depende de la habilidad del abogado de Aldama y de las pruebas que pueda reunir éste contra su antiguo amiguito del alma. Es verdad que en España los casos de corrupción no suelen prosperar y, si los delitos los cometen los socialistas, para eso está el amigo Tribunal Constitucional. A la cárcel sólo van Mario Conde y Miguel Zerolo, que probablemente eran más inocentes que Chaves y Griñán, pero ya se sabe que la justicia no es justa y que muchas veces es partidista o partidaria y que los jueces tanto aciertan como yerran. Porque errar es de humanos. Y después de creerme todo esto, ahora va y dice Ábalos que él no fue, sino Koldo, y que sus pruebas son más fuertes que las pruebas de quien acusa, el intermediario Aldama, que parece que guarda dinamita pa los pollos. No sé, creo que todo esto no irá a ninguna parte y que si Sánchez logra aprobar los presupuestos hay Sánchez para dos años más, lo cual sería una desgracia nacional. Pero no queda otra. Como le dijo el rey, más o menos, a aquel vecino de Paiporta, cuando el hombre le pidió que echara a Sánchez: “Es que esta nuestra es una democracia, yo no puedo hacer nada”. Y es verdad. Sánchez está ahí porque, aunque perdió las elecciones, fue más listo que el PP. Y al no tener escrúpulos, ni conciencia, ni vergüenza, pues le es más fácil llegar a acuerdos frankestein con comunistas, etarras y separatistas de derechas. Lo suyo es una melodía primorosa, al servicio de las minorías. Y ahí queda la cosa. A Sánchez no le preocupa nada de esto. Lo que le preocupa a Sánchez es su mujer, sus pompas y sus obras. Ahí es donde tiene el chulo de La Moncloa su punto débil. Begoña metió la pata y Sánchez no sabe cómo sacarle la pata a Begoña del hoyo. ¿Cómo le dio a esta mujer por hacerse catedrática a partir del bachiller? Nadie lo sabe, no lo sabe ni Sánchez, que estaba tan ocupado metiéndose con Ayuso, su bestia negra, que se olvidó de las andanzas de su cónyuge y la dejó solita. Y ahí comenzaron todos sus males. Y me da que ahí dará comienzo también su desdicha. Porque lo otro, incluso lo de su hermano, con el tiempo, pelillos a la mar. No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista. Pero la de Begoña es la parte débil de la historia. Y, si no, ya lo verán.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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