Las relaciones entre Edmundo González Urrutia, teórico presidente electo de Venezuela, y María Corina Machado, líder de la oposición, se han roto por completo, según fuentes fiables a las que ha tenido acceso El Burgado.com.
Comenzaron a deteriorarse nada más finalizar la noche electoral, cuando Edmundo González corrió a refugiarse en la Embajada de los Países Bajos. María Corina definió este acto como “cobarde”, mientras ella daba la cara en las manifestaciones, jugándose la vida.
Mientras Corina Machado ha permanecido valientemente al frente de la oposición venezolana, cambiando de domicilio constantemente para burlar al Sebin, la policía torturadora de Maduro, e intentando al mismo tiempo proteger a su familia, Edmundo González Urrutia llevaba tiempo tramitando su exilio en España.
Fue Rodríguez Zapatero quien facilitó su traslado sin incidentes desde la legación Holandesa a la Embajada de España en Caracas y quien gestionó, a petición del ganador de las elecciones, la entrada en dicho inmueble de los hermanos Rodríguez –Delcy y Jorge–, lo que se produjo tras ordenar Exteriores al embajador, Ramón Santos, que siguiera las indicaciones del propio Zapatero.
Nuestras fuentes confirman que fue González Urrutia quien invitó a los hermanos Rodríguez a mantener una conversación con él en la Embajada de España, una vez consultado el embajador, Ramón Santos, que obtuvo el permiso de Exteriores. Posteriormente, el presidente electo de Venezuela, reconocido por las dos cámaras legislativas españolas, por el Parlamento Europeo y por las cámaras de otros países latinoamericanos, declaró que fue coaccionado para firmar el documento y que, de no hacerlo, lo harían detenido y dejado morir en una prisión de Maduro. Algo casi imposible, cuando se encontraba en territorio español. Teóricamente custodiado por geos españoles y miembros del CNI.
El documento ya lo llevaban redactado los hermanos Rodríguez, lo que hace pensar que había sido consensuado telefónicamente con González Urrutia con anterioridad, aunque este extremo no lo henos podido confirmar. Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, no puede pisar territorio europeo y la Embajada de España lo es. Esta prohibición fue vulnerada.
Edmundo González firmó “de buen grado” –esto sí lo confirman nuestras fuentes—los papeles que le pusieron delante. Y así obtuvo de inmediato los salvoconductos de salida del país de él y de su esposa. Esta predisposición de Edmundo González Urrutia a reconocer el triunfo de Maduro molestó mucho a María Corina Machado y a su círculo cercano, porque interpretan que constituyó un nuevo acto de cobardía del presidente electo y que debilita mucho la posición de la oposición al tirano, que con el exilio de González Urrutia en España el sátrapa ha logrado dividir.
Según las informaciones a las que hemos tenido acceso, la reunión en la Embajada de España fue presenciada por varios agentes del Sebin que escoltaban a los hermanos Rodríguez, agentes que grabaron las conversaciones –sólo una parte de ellas han sido publicadas— y la firma del citado documento, mediante el cual González Urrutia reconocía como ganador a Maduro y también que dejaba la política. Las fotografías del extraño encuentro fueron mostradas en la Asamblea Legislativa de Venezuela, junto con el documento de reconocimiento al triunfo de Maduro, firmado por González Urrutia.
La coacción fue, pues, relativa, ya que España no habría tenido otro remedio que acoger en la Embajada a González Urrutia, de negarse a la firma, porque ya estaba dentro del inmueble. No hubiera podido ser detenido. Y, según insisten nuestras fuentes, la visita de los hermanos Rodríguez fue solicitada por el propio González Urrutia. Y, además, en la firma del documento y en las conversaciones estaba presente el embajador español, Ramón Santos, vestido con un chándal de lino blanco. Era un testigo de excepción.
El rizo se riza hoy con la arremetida de unos cuantos militares de alta graduación, quienes prácticamente quieren declarar la guerra España, pero no se sabe bien por qué. Quizá por la decisión del Congreso y Senado españoles de reconocer a González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela. Se han disparatado, citando frases dispersas de Bolívar, el controvertido líder de las revueltas contra España y de la independencia de Venezuela.
Con relación a Zapatero y a su papel, Maduro calla y Zapatero desaparece. Con respecto a las órdenes que recibió Zapatero de Albares, ministro de Exteriores español, éstas fueron las de facilitar la salida de González Urrutia de Venezuela cuanto antes. En lo que respecta a la visita a la Embajada de Delcy y de Jorge Rodríguez, la reunión fue solicitada por González Urrutia, con objeto de obtener cuanto antes el salvoconducto de salida, pero él sabía que no iban a dárselo gratis. Y el papel de Sánchez es el más sibilino: recibe a González Urrutia, tan informalmente como hacerlo en los jardines de La Moncloa y sin etiqueta, pero no lo reconoce como presidente.