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sábado, 19 julio,2025

Las ayudas no llegan a Valencia

Sólo las ayudas de Juan Roig (Mercadona) y un porcentaje ínfimo de las institucionales llegan a los vecinos

La desesperación se apodera de los vecinos de los pueblos afectados por la DANA. El caos en la recuperación es evidente y, sobre todo, que las ayudas no llegan. Han llegado las de Juan Roig, el propietario de Mercadona, puntualmente, como un reloj, pero las estatales y las autonómicas están siendo entregadas con cuentagotas.

Aquí, en Canarias, sabemos de eso. Todavía hay vecinos afectados por el volcán de Cumbre Vieja que están viviendo en hoteles. Otros, en casas/contenedores. Otros no han recibido el dinero prometido.

Una se pregunta para que se pagan impuestos en España, se pregunta –aunque lo supone— a dónde va parar el dinero de esos impuestos. Entre otros lugares a los bolsillos de los políticos, a esos que cobran un pastizal y que, ellos sí, lo reciben puntualmente. Los afectados por las catástrofes no cuentan para  los que deberían ser servidores públicos.

El programa Horizonte (La Cuatro), dirigido por Iker Jiménez y Carmen Porter y el que dirige en la COPE Ángel Expósito han dado testimonio de lo que se está viviendo en Paiporta y en las otras localidades valencianas afectadas por la riada, hace ya un mes, que dejó 222 muertos y cinco desaparecidos y que afectó, en mayor o en menor medida, a unos 80 municipios de la Comunidad Valenciana.

Los efectos de esta catástrofe, una de las mayores de la historia reciente de España, tardarán meses, quizá años, en disiparse. Hay muchas infraestructuras afectadas, muchas propiedades dañadas, 140.000 automóviles inutilizados. Garajes anegados a los que parece imposible sacarles toda el agua y el barro depositados en ellos. Jamás en Europa se había producido una catástrofe de estas dimensiones, que no ha tenido el eco suficiente en los medios informativos del continente para que Unión Europea pueda evaluar la magnitud de la tragedia.

Pero lo peor fue la pésima gestión de la tragedia, tanto por parte del Gobierno de la nación como del Gobierno autónomo valenciano. Un verdadero desastre, sin un mando único que pusiera orden en los rescates, sin una planificación adecuada, con municipios que ni siquiera tenían plan de emergencias establecido, con absoluta desidia de los responsables hidrográficos que no habían limpiado –ni dejado limpiar– el cauce de los ríos, ni habían previsto la dimensión de la DANA.

Y, lo que es peor, que el fenómeno se puede repetir y que los pueblos de Valencia y alrededores no están preparados para afrontar otra catástrofe de estas dimensiones, que los volvería a arrasar. Esta es la principal preocupación de los vecinos, la probable repetición de la tragedia, sin que se haya tomado una sola medida para resolver los problemas de infraestructuras, los urbanísticos, los hidrográficos y los de emergencias. No hay duda de que vivimos en España y España no parece una nación del primer mundo.

Porque no es propio del primer mundo que cuarenta y ocho horas después de la tragedia no aparecieran por el lugar ni un bombero, ni un miembro de la UME, ni una ONG, nadie. Un auténtico desastre. Pero lo más característico de España es que cuando te levantas por la mañana y sale a las calle no ves los impuestos que pagas. En otros países, sí. Aquí hace un mes de la DANA y mucha gente sigue viviendo en la calle. No sólo los ríos se han desbordado, sino la capacidad de asombro de los afectados.

Eloísa Suárez
Eloísa Suárez
Colaboradora de elburgado.com

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