La “Sidrería Asturias” es uno de mis restaurantes favoritos de comida casera en ese Norte de Tenerife. Con muchos años a cuestas la sidrería ha cambiado de lugar y ahora está en el número 118 de la carretera de Tacoronte a El Sauzal, en un local mucho más amplio, pero con la misma atención de siempre. Ayer domingo logré reunir a la familia propietaria al completo, tras el mostrador. Y les hice una foto de recuerdo. Faltaba uno, el gran Chano, que nos dejó hace un par de años, el cabeza de familia. Pero queda una gran herencia: su mujer, Gloria, y sus hijos Patricia, María, Víctor y Laura. El equipo funciona a la perfección y en el nuevo local, más cómodo, más funcional, la nueva etapa de la “Sidrería Asturias” es ya una realidad desde el jueves pasado.

Yo me comí, lo digo para abrirles el apetito, unas fabes a la asturiana y, antes, un choricito a la sidra, delicioso. Y las personas que iban conmigo una merluza que sabía del diez. Y unas croquetas de jamón que Mini probó y saboreó a gusto, a espaldas de su veterinario, que teme que, con lo glotona que es, le repita la pancreatitis, de la que está afortunadamente curada. La “Sidrería Asturias”, un local de gran tradición, no tiene pensado cambiar la carta sino que seguirá con lo de siempre, que es también lo bueno. Lo pasé francamente bien el domingo almorzando allí, al aire libre. En verano se abrirá una terraza lateral y próximamente la fachada será remozada. Me alegro un montón de esos progresos. Desde el mismo día de su reapertura se llenó y esto es garantía de éxito, tras un mes y medio de reformas del nuevo local. Felicidades a toda la familia y adelante. Yo no fallo, cada domingo. Tengo mi mesa siempre a punto. Y alguna vez entre semana también. Cambio de asunto.

El Buena Vista Social Club era un club de espectáculos de La Habana, que estaba –yo creo que ya no existe— entre las calles 46 y 48 de la capital cubana. Un club mítico, en Marianao, barrio de Buena Vista, propiedad que fue de un tal Travieso, del que creo que vive un hijo, Raulito. Pero como todo lo de Cuba es muy misterioso. Allí se interpretaban sones cubanos, guajiras y boleros. Ahora, en Broadway, se ha estrenado un show llamado Buena Vista Social Club, como homenaje a aquellos espectáculos en donde tampoco faltaría, digo yo, ni Benny Moré, ni Barbarito Diez y sus danzones. Félix Lam, con Mabel, su mujer –ya saben que Lam es nuestro corresponsal en Nueva york— estuvo ayer domingo en el show y me dijo que había sido un gran éxito, con lleno a rebosar en el teatro de la calle 45, esta vez de Nueva York, en el corazón del distrito de Broadway, sede de los grandes teatros de la ciudad.

Los artistas participantes interpretaron las mismas canciones del Buena Vista Social Club original. Y en la portada de Play Bill puede verse el anuncio del acontecimiento. Me da que este show va a tener mucho éxito porque en NY interesa mucho la música latina y hay viviendo en la ciudad millones de hispanos que aman, como yo, el bolero y el son cubano. Nueva York está precioso, con nevadas que han helado el Hudson y hasta el mar.

Desde el balcón de la casa de Félix, él ha tomado unas fotos del río nevado, una de las cuales me ha enviado. Tengo nostalgia de esta ciudad, en la que estuve tantas veces, casi 60, y en la que pasé largas temporadas. Algunas de esas estancias, cuando atábamos los perros con longaniza, en el famoso hotel Plaza, que hoy no está al alcance de mi bolsillo. La última vez que visité NY fue en 2008, con Loli, y nos alojamos en el hotel Plaza, recién remozado. Bueno, pues el Buena Vista Social Club de La Habana fue legendario, allá por los años 50 del siglo pasado. Yo creo que allí tocaban casi exclusivamente intérpretes negros, que hacían música auténtica y luego el club dio nombre a un conjunto musical que metió su música en varios álbumes.

La historia no me la sé bien, pero voy a investigarla. Lo que les digo es que el show ha sido un éxito, como casi todo lo que se hace en Nueva York. El, libreto es de Marco Ramírez y la música del Buena Vista Social Club. La coreografía de Patricia Delgado y Justin Peck. Un nuevo musical de Broadway que les recomiendo (porque Félix me lo recomienda a mí) que vayan a ver en Broadway, si visitan Nueva York. Yo lo veré ya en directo, si acaso, en película, porque ya no viajo. Mejor me quedo en casa.