La NASA informó la destitución de su científica jefe, Katherine Calvin, y el cierre de varias oficinas clave como parte de una reestructuración ordenada por el gobierno de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump. Según reportes de Reuters y ABC News, esta medida inicial afecta a 23 empleados y elimina la Oficina del Científico Jefe, la Oficina de Tecnología, Política y Estrategia, y la rama de Diversidad, Equidad e Inclusión dentro de la Oficina de Diversidad y Oportunidad Igualitaria.
El anuncio, comunicado por la administradora interina Janet Petro a través de un correo interno, responde a una orden ejecutiva de Trump emitida en enero, que busca reducir y reorganizar la fuerza laboral federal. Petro destacó que estas acciones son parte de un «enfoque gradual para una reducción de personal» conocida como RIF (Reduction in Force), coordinada con la Oficina de Gestión de Personal y la Oficina de Gestión y Presupuesto de EE.UU. Aunque la NASA no especificó el número total de despidos futuros, una portavoz confirmó a medios como DW que se esperan más recortes en los próximos meses.
Katherine Calvin, una reconocida climatóloga nombrada en 2022 por la administración Biden para liderar los esfuerzos de la NASA en investigación sobre cambio climático, es una de las principales afectadas. Su salida, junto con la eliminación de su oficina, ha generado preocupación sobre el rumbo de los programas científicos de la agencia, particularmente en áreas como las ciencias de la Tierra. La decisión se enmarca en un contexto de críticas del presidente Trump al cambio climático, al que ha calificado de «estafa», y su reciente retiro de EE.UU. del Acuerdo de París por segunda vez.
A pesar de que la NASA evitó recortes más profundos en febrero gracias a la intervención de Jared Isaacman, nominado por Trump para dirigir la agencia, las presiones del Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por Elon Musk, parecen haber impulsado esta nueva ola de ajustes. Los cierres sugieren un cambio de enfoque de la NASA, alejándose de la investigación científica hacia la exploración espacial, una prioridad alineada con los intereses de Trump y Musk, quienes abogan por misiones humanas a Marte.
La medida ha provocado reacciones mixtas. Mientras algunos ven en los recortes una optimización necesaria, otros, como reportó Nature, lamentan el impacto en la comunidad científica y el legado de la NASA en la investigación climática. Por ahora, la agencia promete apoyo a los empleados afectados, ofreciendo opciones como la Autoridad de Jubilación Anticipada Voluntaria, pero el futuro de sus programas científicos permanece incierto en medio de esta transición.
