En nuestro día a día las manos pasan desapercibidas. Podemos recordar a una persona por su cara, corte de pelo, forma de ser o vestimenta. También, solemos prestar atención a la simpatía o a alguna particularidad que distinga a un individuo, como un tatuaje. En alguna ocasión, llegamos a pensar en lo siguiente: me cayó bien o también en lo contrario.
Sin embargo, nadie se fija cómo son las manos de una persona. Puedes hacer la prueba buscando en tus recuerdos y seguramente estarás de acuerdo conmigo en que habrás perdido la oportunidad de proyectar una cámara lenta sobre algo tan humano como la idiosincrasia de unas manos. El viaje por la geografía de sus manos requiere tranquilidad, preparación y destreza.
Concretamente, la yema de un dedo cuando toca algo deja siempre una señal conocida como huella dactilar. Estamos ante un medio de identificación que se usa fundamentalmente en ámbitos policiales. Pero nadie guarda en su retina las huellas dactilares. Y tampoco suele alojarse en la memoria de una persona las calles que conforman las manos. Nadie pone nombre a los lunares de una mano. No se conoce ningún caso en el que un humano se haya perdido en unas manos.
A pesar de que llevas conociendo a alguien toda una vida, ignoras qué forma tienen sus manos y sus dedos. ¿Por qué será? Cuando detectamos algo importante nuestros ojos siempre intentan obtener un primer plano. No es lo mismo ver las cosas de lejos que de cerca. De esta manera, parece que la información más próxima será más fiable. Ahora bien, la inmensa mayoría de las manos son irrelevantes y nadie las recuerda.
Pues bien, ¿cuál es el motivo por el que súbitamente sentimos que unas manos se convierten en protagonistas? Probablemente, las manos son una señal determinante de la existencia de una atracción física. Cuando los ojos aterrizan en las manos de otra persona, podemos estar ante el comienzo de una historia de amor o de desamor. La geografía de sus manos sería una parada obligatoria en una película de road movie.
Cada época histórica tiene sus características propias. Somos el resultado de una evolución. En el mes de septiembre se ha publicado un libro que se llama “Más allá de la Tierra.” Su autor, Rafael Clemente, fue entrevistado en el Canal 24 horas de TVE el pasado lunes. Durante la entrevista, entre otras cosas, el autor enfatizó el papel de las manos en la configuración de los seres humanos en el planeta Tierra. La misión de las manos en el proceso de transformación de la realidad ha sido crucial ya que son los conectores con el mundo que nos envuelve, es decir, los instrumentos de la inteligencia.
Curiosamente, durante la mencionada entrevista se expuso que el planeta Júpiter es un gran escudo en la medida que evita que los peligrosos asteroides impacten en la Tierra. Ninguno de los tertulianos presentes en la emisión televisiva pudo afirmar que exista vida fuera del planeta Tierra. Pero parece que unas manos y otro gran planeta han sido la chispa de la vida en la Tierra y, probablemente, también sea así en el resto del universo. Quién sabe.
Me encantó! Cada vez mejor, muy contento de tener este espacio para leer y disfrutar!