Hoy toca hablar de cosas tristes, en Pipol, aunque no todas. Falleció ayer el abogado Rodrigo Rodríguez Ferrer, gerente que fue del periódico La Tarde y yerno del gran periodista Víctor Zurita Soler. Rodrigo accedió a la gerencia del periódico cuando yo entré a trabajar en La Tarde, en el año 70. En ese año se cambió el periódico, se compró el nuevo edificio y se pasó del plomo al nyloprint. Trasladó al nuevo edificio del periódico su despacho de abogado y recuerdo que su secretario era Eustorgio Castañeda, hermano del poeta del mismo apellido. Hay una anécdota del poeta, que voy a meter aquí para alegrar un poco la cosa. Una vez, en La Orotava, se dirigió al público recalcando mucho las uves, que no deben ser pronunciadas sino como bes y convirtiendo las bes en uves. Dijo algo así como “Vivo vivrando en este vello Valle de la Orotava”. Un espectador que asistía a los juegos florales se levantó de su asiento y gritó: “¡Vravo, Castañeda!”. Bueno, pues ayer murió mi buen amigo Rodrigo Rodríguez, que tenía 92 años y estaba casado con Charo, la hija mayor de don Víctor, que acaba de cumplir 90 años. Tienen, me parece, que siete hijos. Rodrigo fue consejero del Cabildo y un colaborador esencial de José Miguel Galván Bello en la construcción de la autopista del sur. Era mercantilista y administrativista y se pasó toda su vida trabajando, hasta pocos días antes de su muerte.
También ha fallecido, en Valencia, mi compañero Suso García Fleitas, un buen periodista, al que yo me llevé a La Gaceta como redactor-jefe. Había sido jefe de prensa de la Universidad, en los tiempos en que fueron rectores José Carlos Alberto y Marisa Tejedor. Le gustaban los puros y el whisky. Ayer hablé con su amigo Gustavo Armas y Gustavo se encontraba muy afectado por su fallecimiento. Había huido literalmente de Canarias, porque se ahogaba en las islas. Sus restos se quedarán en Valencia, pero su familia le prepara un funeral en Icod, su ciudad natal. Suso debía tener 67 o 68 años, no conozco la edad exacta. Una buena persona, no demasiado trabajador, pero muy seguro en su oficio. Y con unas ocurrencias que te partías de risa. Por cierto, que tenemos que felicitarnos por las crónicas sobre el atentado contra Trump. Las preguntas que hemos planteado en las crónicas del suceso en este periódico on line son las mismas que se hacen los investigadores en USA: que si hubo fallos de seguridad y cuáles fueron, que si se denunció la presencia del tirador y fue detectada por algunos de los presentes y los agentes no hicieron caso, que si el tirador actuó solo o forma parte de un compló, que si Trump estaba desprotegido en la tribuna. Todo esto se está investigando. Son preguntas lógicas, pero que ningún corresponsal, in situ, las había planteado en los primeros momentos del atentado. Por cierto, animo a TVE que se haga menos autobombo con la Eurocopa y que refuerce sus corresponsalías en Nueva York y en Washington, muy mermaditas por lo que se ve. Los jugadores de la Selección Española saludaron con tremenda frialdad a Pedro Sánchez, ayer en La Moncloa, al contrario de lo que sucedió en La Zarzuela, donde todo fue cercanía y cordialidad con el rey y su familia. En fin, que ellos saben lo que hay. Sánchez no dijo nada, obviedades, datos que todo el mundo conocía. Por cierto, ni una alusión a la Federación Española. Estos sociatas no escarmientan.