En su primer gran discurso ante el Bundestag como canciller, Friedrich Merz ha centrado su intervención en la política migratoria, denunciando lo que calificó como «inmigración descontrolada» y prometiendo medidas más estrictas para frenar la llegada de migrantes sin documentación válida. Merz argumentó que Alemania no puede seguir asumiendo la carga migratoria sin controles estrictos y que el sistema de asilo europeo ha demostrado ser disfuncional.
El líder de la CDU/CSU propuso reforzar las medidas de seguridad y cerrar todas las fronteras terrestres de Alemania a la migración irregular. Estas propuestas fueron aprobadas por el parlamento por un estrecho margen, gracias al apoyo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), lo que ha generado una fuerte controversia política.
El canciller socialdemócrata Olaf Scholz criticó duramente a Merz por romper el consenso contra la extrema derecha, calificando su decisión como un «error imperdonable» y acusándolo de alinear a su partido con una formación que desprecia la democracia y la unidad europea.
Las propuestas de Merz también han suscitado protestas en todo el país, con cientos de personas manifestándose contra lo que consideran una política migratoria más restrictiva y contraria al derecho europeo. Organizaciones sociales han expresado su preocupación por el respaldo de la AfD a estas medidas, que consideran el comienzo de un desmoronamiento del cordón sanitario frente a la ultraderecha.
A pesar de las críticas, Merz ha defendido su postura, afirmando que su objetivo es poner orden en la migración y controlar eficazmente la migración irregular. Ha señalado que otros países de la Unión Europea, como Dinamarca, Suecia e Italia, han tomado medidas similares para restringir la entrada de refugiados.
La situación política en Alemania se ha vuelto más tensa, con divisiones profundas entre los partidos y una creciente preocupación por la normalización de la extrema derecha en la política alemana. El debate sobre la inmigración continúa siendo un tema central en el país, con implicaciones significativas para el futuro de la política alemana y europea.