
Félix Lam, republicano de pro, corresponsal nuestro en Nueva York, ha recibido una foto dedicada de Donald Trump, agradeciéndole su modesta contribución a la campaña del nuevo presidente de los Estados Unidos. La última vez que vino a Tenerife, hace dos meses, Félix me trajo, además de las monedas de 25 centavos de Celia Cruz, varias camisetas de Trump, incluida una con la foto del momento del atentado, en el que una bala le rozó al del pelo naranja el tronco de la oreja. Lam es un seguidor de Trump y del cubano de origen Marco Rubio, que va a ser secretario de Estado, al parecer. Rubio es nacido en Miami (Florida), pero de padres cubanos, escapados del régimen de los Castro, que tiene a los pobres cubanos sumidos en la más absoluta pobreza. En la foto que recibió Félix de parte de Trump se le cita por su nombre y se le agradecen sus contribuciones a la campaña. Igualito que en España, donde todo se hace por debajo de la mesa. Bueno, Nixon también montó el Watergate (bueno, una insensata de su campaña) y tuvo que dimitir, que allá tampoco son angelitos de la guarda, que digamos. En fin, que Félix, que hoy estaba renovando su credencial de reportero para actos oficiales ante la Policía de Nueva York, está la mar de contento.

Y también está contento Abascal, líder de Vox, que se ha fotografiado para las redes en los pasillos del Capitolio. Entre columnas, no disimula su satisfacción al haber sido invitado, como único líder español, a la toma de posesión del presidente. Él y la embajadora de España en Washington eran la única representación española en la toma de posesión, a la que sólo pudieron entrar unas 800 personas. La multitud se quedó en un pabellón deportivo y en otra dependencia del Capitolio, a causa del mal tiempo. Nieva en Nueva York y la ciudad se viste de blanco por primera vez este invierno.


Félix Lam nos manda las fotos de la nieve, que complica no poco el tráfico en la ciudad, sobre cuyas calles se esparcen toneladas de sal. También el tráfico aéreo. Pues Nueva York está nevada y la gente tiene la sensación de que por fin se ha cumplido lo normal en esta estación. Los meses de enero y febrero son los más fríos del año en la ciudad de los rascacielos. En marzo, normalmente, afloja un poco el frío. Quien debe tener pero que mucho frío, porque ha tenido que salir a escape de la Casa Blanca es el chef José Andrés, que tiene doble nacionalidad, española y norteamericana, porque Trump le ha echado de allí. Era asesor de Biden en deportes, salud y nutrición y Trump le ha dicho que se marche, que él no necesita nada de eso. Y el hombre, José Andrés, famoso por las ayudas que presta en las catástrofes y en las guerras, se ha quedado en la calle y sin llavín.

No tiene nada que hacer con los republicanos. Fue cocinero en la Casa Blanca, pero luego se enemistó mucho con los rivales de los demócratas. Y Trump no perdona. Lo ha echado casi a patadas. Ay, mi madre.