El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha esquivado este lunes una respuesta clara sobre el futuro político de Carlos Mazón tras su cuestionada gestión de la DANA en la Comunidad Valenciana. Aunque ha señalado que tanto el Gobierno central como la administración autonómica no estuvieron «a la altura» de la emergencia, ha dejado en el aire si ha pedido o no la dimisión del president valenciano.
Feijóo, en un ejercicio de equilibrio político, ha asegurado que Mazón “ha condicionado su futuro a la reconstrucción” y que su continuidad dependerá de cómo evolucione el proceso. Sin embargo, ha evitado reafirmarlo como candidato del PP en las próximas elecciones autonómicas. Esta indefinición no hace más que alimentar la incertidumbre en un contexto en el que los populares gobiernan en minoría y cualquier movimiento en la Generalitat dependería de Vox.
El líder del PP también ha comparado la reacción de Mazón con la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, señalando que mientras el primero ha pedido perdón y renovado su equipo, el segundo ha “ascendido” a quienes gestionaron la crisis desde el Gobierno central. Feijóo ha utilizado esta narrativa para marcar distancias con el Ejecutivo, aunque sin abordar directamente las deficiencias en la respuesta de su propio partido en la Comunidad Valenciana.
Las dudas sobre la gestión de Mazón no solo provienen del ámbito mediático o de la oposición, sino también de dentro del propio Partido Popular. La falta de una postura firme por parte de Feijóo sugiere que el partido aún no tiene una estrategia clara sobre cómo manejar este desgaste político. Mientras tanto, Vox, su socio necesario en la Generalitat, sigue ganando terreno en la agenda política.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, aprovechó la situación para lanzar un ataque directo a Feijóo, acusándolo de coincidir en exceso con Sánchez en cuestiones nacionales e internacionales. La respuesta del PP llegó a través de su portavoz, Borja Sémper, quien defendió la postura del partido en política exterior y cargó contra la supuesta ambigüedad de Vox en temas internacionales.
A pesar de las críticas, Feijóo insistió en que el PP mantendrá su oposición a Sánchez, especialmente en cuestiones como el aumento del gasto en Defensa y la participación de España en coaliciones militares internacionales. No obstante, su discurso sigue sin concretar hasta qué punto su partido está dispuesto a confrontar al Gobierno más allá de los discursos públicos.
La falta de una línea clara sobre Mazón y la gestión de la DANA revela las dificultades de Feijóo para mantener el control sobre su formación en un momento en el que el PP se enfrenta a presiones tanto externas como internas. La cuestión no es si Mazón se mantendrá en el cargo, sino cuánto tiempo más podrá resistir antes de que el partido tome una decisión definitiva.