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lunes, 23 junio,2025

Feijóo blinda su liderazgo entre tensiones internas

Aparentemente un trámite, el congreso del Partido Popular previsto para el próximo mes se perfila como un ejercicio de reafirmación personalista, más que como una auténtica reflexión ideológica.

El Partido Popular celebrará su XXI Congreso en julio en Madrid en un momento clave para la organización: con una oposición en máxima tensión contra el Gobierno de Pedro Sánchez, pero sin una propuesta alternativa clara ni unidad interna garantizada. Lejos de abrir un espacio de debate real, la convocatoria parece diseñada para fortalecer la figura de Alberto Núñez Feijóo en un clima controlado, con una dirección que busca blindarse frente a voces disidentes y cerrar filas en torno a un liderazgo sin competencia aparente… pero no sin ruido.

Aunque el evento tiene la formalidad de un congreso ordinario —incluyendo reformas estatutarias, elección de equipo y ponencia política—, el trasfondo real parece otro: dotar de legitimidad a un líder que, pese a no tener rival interno, sigue necesitando grandes cifras de avales como símbolo de fuerza. No se trata de una competición, pero sí de una reafirmación simbólica, que busca disipar las dudas surgidas tras las últimas elecciones generales, donde la victoria fue insuficiente para alcanzar el poder.

Mientras la dirección nacional insiste en que el congreso será estratégico para preparar el futuro del PP, las expectativas de renovación ideológica son escasas. Fuentes internas admiten que el congreso responde más a un calendario táctico que a una necesidad política real. Se celebrará fuera del periodo electoral para no solaparse con procesos autonómicos, y ante el convencimiento de que Pedro Sánchez agotará la legislatura, lo que obliga al PP a dejar de esperar su caída para rearmarse de cara al futuro.

Una alternativa que no termina de cuajar

El PP de Feijóo mantiene una estrategia opositora basada en la confrontación directa, pero sus propuestas siguen sin concretarse. El discurso de «otra forma de gobernar» se apoya más en el desgaste del adversario que en un proyecto propio definido. La dirección asegura que la ponencia política será un «contrato con España», pero los antecedentes invitan al escepticismo: la última vez que el partido debatió en profundidad en un congreso fue en 2017, cuando se abordaron cinco ponencias distintas. Desde entonces, el debate interno ha sido más temido que promovido.

Tampoco está claro el papel que jugará Vox en este rediseño ideológico del partido. Aunque Feijóo ha insinuado que no asumirá su marco político, la necesidad de apoyos parlamentarios para gobernar podría condicionar más de lo que se admite (ver encuesta de “El Debate” que se comenta en uno de nuestros artículos de opinión). De momento, la ponencia política queda en manos de dos presidentes autonómicos —Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco— que representan una línea moderada, alejada del populismo de la extrema derecha. Pero, ¿hasta qué punto esto será vinculante en un partido que aún no ha resuelto su relación con Vox?

Ayuso, la sombra incómoda

La estabilidad que defiende Génova contrasta con las tensiones soterradas que aún laten en el partido. La figura de Isabel Díaz Ayuso sigue siendo una constante en la ecuación interna del PP. Aunque la dirección asegura que “todo está bien” con la presidenta madrileña, lo cierto es que su peso político y su tirón mediático reavivan las comparaciones con Esperanza Aguirre y con las viejas disputas entre Génova y la Puerta del Sol.

Hay sectores del partido —y del entorno mediático afín— que ya la señalan como el relevo natural de Feijóo. El intento de trasladar ilusión desde Madrid al conjunto del PP recuerda a viejas fracturas internas que, lejos de resolverse, parecen congeladas en una tregua de conveniencia.

En resumen, el congreso de julio llega más como una escenificación de unidad que como una plataforma de transformación. Feijóo busca consolidar su liderazgo con avales masivos, sin primarias ni rivales, en un entorno que quiere simular debate sin asumir riesgos. Y mientras tanto, la pregunta permanece: ¿puede el PP reinventarse sin cuestionarse de verdad?

Gabriel Suárez
Gabriel Suárez
Redactor de El Burgado, estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna, directivo de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas, Vicepresidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de La Laguna y colaborador en programas de televisión y emisoras de radios

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