Este Real Madrid se acabó, ya no sabe mantener un resultado favorable (0-2), los fallos defensivos son lamentables y tampoco entrenan para contener a jugadores como Lamine Yamal y Raphinha, que en un caos defensivo son capaces de remontar un partido.
Lo de Eric García no lo cuento, su gol, porque fue un churro y otro fallo de marcaje, esta vez de Asencio. Este Madrid se acabó, comienza un ciclo nuevo, con un entrenador nuevo –parece que Xabi Alonso– y el Barcelona se consolida como uno de los mejores equipos de su propia historia, utilizando mayoritariamente chiquillos de la cantera, porque no tiene dinero para fichar. Lo tendrá, si sigue ganando así torneos.
Quien es una bala es Mbappé, pero yo no descubro nada. Marcó los tres goles de su equipo en la primera parte, uno de ellos anulado por fuera de juego. El Barcelona apabulló al Real Madrid con un 0-2 en contra y después de haber perdido ante el Inter su intención de ganar el triplete.
Ahora ganará la Liga y tendrá un doblete con la Copa del Rey, pero lo terrible es que ha humillado deportivamente al Real Madrid y los aficionados del Real no están acostumbrados a estos reveses ni a estas humillaciones. Así que el partido tiene que traer consecuencias. El Barcelona, en la primera mitad, hizo un partidazo y lo peor para el Madrid es que ya está acostumbrado a perder ante los azulgrana. No hay color entre un equipo y otro.
Lo que ha logrado Hansi Flick con el Barcelona es inédito en el fútbol español. Cogió un equipo en el suelo, sin ambiciones, sin dinero, sin jugadores brillantes e hizo buenos a los que decían que eran malos. A Raphinha lo querían echar, estaba sin portero (tuvieron que traer a un jubilado), no tenía jugadores de medio campo, De Jong parecía hundido y lesionado y lo resucitó, a Pedri lo ha convertido en el mejor centrocampista de la Liga. Hasta Ferrán, un jugador mediocre, es ahora una figura. El Madrid, todo lo contrario. Excepto Mbappé, los buenos se hicieron malos, es verdad que con la colaboración de los lesionados: Carbajal, Militao, Alaba, Rüdiger, Camavinga y Mendy. Oye, no es moco de pavo, pero el fondo de armario del equipo de blanco no existe para Ancelotti, aunque para los madridistas, sí. Pero no los saben utilizar, al contrario de Hansi Flick. Las lesiones están ahí pero no son excusas para que el Madrid salga otra vez bailado y herido de Montjuich. Y más cuando iba ganando por 0-2. Sin sistema de juego y sin moral. Tocado y hundido por completo. Final, 4-3.
La segunda mitad fue del Madrid, pero no tiene suerte. Volvió a marcar Mbappé, pero no supo el Real sacar partido a su gol, porque no se decidió a atacar en tromba, como era previsible y el Barça se llevó la Liga ayer. Hubo dos goles anulados, uno a Mbappé por fuera de juego, que hubiera sido su quinto gol en el partido (tres válidos, dos anulados) y otro a Fermín, que quería celebrar su cumpleaños. Marcó a última hora pero había una mano previa que señaló Hernández Hernández, que hizo un buen arbitraje con el único lunar de no haber expulsado a Iñigo Martínez, un defensa violento que intentó patear a Bellingham a la altura de la barriga. El Barcelona gana la Liga y el Madrid culmina un ciclo. Y empieza otro.
¿Dónde está Vinicius? Ha caído en su propia trampa. Desde su no/balón de playa no da una el tío. ¿Mi opinión? El Madrid debería aceptar la oferta de Arabia. Vinicius ha perdido los papeles. En la segunda parte hizo algo, pero no lo suficiente. Y otra cosa, ¿de qué juega Bellingham?
Ancelotti se irá dos años a Brasil y luego regresará al Real Madrid para formar parte del cuerpo técnico. Su hijo probará fortuna en el Everton inglés y todo cambiará en el Real Madrid de Florentino, que no fue a Montjuich. Mandó a Pirri.
En el Barcelona no hace falta que cambie nada. Es milagroso lo que han conseguido sin dinero y vendiendo humo. Laporta nació con una flor en el culo. La Liga es suya y merecidamente, por cierto. A Flick tienen que ponerle una estatua en el nuevo Camp Nou y al que lo fichó, otra.
