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viernes, octubre 11, 2024

Engañando honradamente

Son muchas las estrategias de manipulación las que vivimos hoy, algunas realmente burdas, y simplemente escuchando al emisor de ellas sonreímos, y hasta podemos hacer un chiste malo. Otras manipulaciones no son tan aparentes, y sí que calan en nosotros, porque detrás de ellas hay sentimientos, emociones, y nos llegan al alma. En otros casos, la manipulación es honrada, porque, por lo visto, aunque sea un engaño, una maquiavélica  manipulación,  es por nuestro bien.

El bien social se ha convertido en la muletilla preferida de los políticos, quienes por el bien común pueden cometer atropellos, pueden engañarnos en nuestra cara, y aún así creerse honrados y llenos de razón.

Por el bien común se nos convence honradamente de que si tú tienes dos viviendas, adquiridas con el sudor de tu frente, o porque las has heredado con el sudor de tus padres, o simplemente, porque tienes la posibilidad de tenerlas, y decides alquilarla debes de estar dispuesto a ser honradamente engañado gracias a la maquinaria y a las leyes absurdas de estos políticos de turno. Dado que si la persona que entra a vivir, con un sueldo de mil doscientos euros,  y te paga seiscientos de renta, entiende que no puede hacer frente al alquiler, y dos meses despues de haber firmado el contrato honradamente deja de pagarte, y tú le explicas que quieres cobrar la renta por el uso que hace de tu vivienda,  pues puede ocurrir que te llame facha, y que cuando acudas al juzgado a reclamar tus derechos, simplemente, una ley honrada entienda que esta persona está en situación de vulnerabilidad (no supera los tres meses del indicador público de renta de efectos múltiples). Y, honradamente, el Estado, que tiene la obligación de utilizar los recursos que están a su disposición para hacer cumplir el principio rector de que todo ciudadano tiene derecho a una vivienda digna, en lugar de pagarle el alquiler a este ciudadano, o proveerlo de una vivienda, lo que hace es decirte que no tiene recursos para cubrir esta vicisitud. Y, todo ello, honradamente amparado en una ley que así lo prevé.

Entiendo que aún no se han creado organizaciones no gubernamentales con la inquietud de proveer a estos ciudadanos de estas ayudas para el pago del alquiler, para las cuales, el político o gobierno de turno si que buscará financiación para otro chiringuito más. Honradamente, no es un engaño, es una honrada solución que deberían de poner sobre la mesa; y que seguro sería bien vista por estos políticos que trabajan por el bien común.

Y para que los ciudadanos, por el bien común, dejemos de escuchar bulos y tengamos criterio propio, que es escuchar, leer, estudiar y opinar sobre lo que queramos y como queramos y consideremos, nuestro guapo presidente (tal y como lo consideran los de su propio partido, y que públicamente desde la tribuna así lo vociferan), decide que a partir de ahora, junto con el acuerdo del otro gran partido de la oposición, se creen comisiones para que honradamente nos indiquen que es verdad y que no lo es, para que nos engañen honradamente sobre lo que debemos pensar o no, lo que debemos de decidir o no, lo que debemos criticar o no, a quién debemos censurar y a quién no, a quién señalar y a quien no, qué palabras se pueden decir, y cuáles no, y no se arrugan, ni se estremecen con estos engaños, sino que son aplaudidos por miles de zombis regados con sueldos y dietas, que honradamente no sé ni cómo duermen; porque pueden ser muy buenas personas, y desde luego tener buena intención cuándo entraron en la política, pero la disciplina de partido y la burda manipulación de dos, les está convirtiendo en colaboradores necesarios, y lo saben.

Y sí, creo que somos engañados honradamente, por el bien común, por sus leyes absurdas, porque se pretende que sean delitos los sentimientos, porque el odio es un sentimiento, como la pasión, como el amor, como el deseo, como el asco; y sólo las consecuencias de ese odio, de ese rencor, de ese asco son  las que pudiesen llegar a ser consideradas delitos, pero no el sentimiento en sí mismo, porque aún podemos sentir y emocionarnos libremente;  pero nos engañan  honradamente para que vayamos perdiendo el poco libre albedrío que nos va quedando.

Madelani Viro
Madelani Virohttps://elburgado.com
Abogada. Escribe con seudónimo. Colaboradora de El Burgado Digital.

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