En vez de callarse la boca

En vez de callarse la boca, la presidencial pareja está poniendo en pie de guerra a las huestes del PSOE contra el juez Juan Carlos Peinado y utilizando al partido para lo que es un asunto estrictamente personal. Además, Begoña Gómez, la hija de Sabiniano el de las saunas gays, que en paz descanse, está recomendando al juez que no interrogue a su marido. ¿Pero esto qué es? ¿El comunismo?, como diría el eminente filósofo (de la vida) Domingo de Laguna. Aquí lo que importa es echarle confusión a la cosa, para que del totum revolutum salga tocado el juez, en vez de la investigada. Es decir, los pajaritos contra las escopetas. El asunto se está poniendo feo para los protagonistas porque ahora la acusación quiere ampliar la denuncia con un nuevo presunto delito: intrusismo profesional, con lo que serían tres los supuestos por los que Begoña la de Sabiniano, paz descanse, podría ser imputada. O no. Es como aquel tipo que confundía tanto a los demás que tuvo un juicio por un delito grave y la sentencia dictaminó que el culpable ¡era el juez! Más que la España negra es la España del esperpento, la España de Valle-Inclán. Los Sánchez, los tres, llevan haciendo equilibrios sobre el alambre durante años, pero ellos creen que van a salir airosos. Cayó Suárez, cayó Felipe, cayó Aznar, cayó Zapatero, cayó Rajoy, y qué, ¿no van a caer estos?, el trío Calaveras. Pues caerá también, así que lo recomendable es que se moderen, se adapten a la democracia, se preparen para lo peor y reconozcan que no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista, aunque hayan hecho del PSOE el ejército de Pancho Villa. Y en vez de callarse la boca arremeten contra un juez que lo que está haciendo es cumpliendo con su trabajo de una manera exquisita. Tranquilidad, que si son inocentes serán proclamados inocentes y si son culpables, la pena peor es la de tener que marcharse. Lo demás se subsana con castigos penales que probablemente no cumplirían, primero porque ahí tienen al benefactor Tribunal Constitucional, si la causa llega hasta él, y segundo porque este pueblo es peligrosamente olvidadizo. Siempre lo ha sido. Y, además, disponen del monaguillo Bolaños, que más bien tiene cara de sochantre, para que les lleve los bocadillos donde quiera que estén, en el Coto o en La Mareta. Que ni chiquita cara tienen los personajes. Y, en último caso, el Falcon y a un país amigo como Portugal, que le gusta tanto al hermano de Sánchez, porque le paga menos a Hacienda; ese que se hace llamar Azagra. Así que yo creo que calladitos estarán mejor y para mí que se van a sacar algún truco de la manga para que el día 30 el juez Peinado no ponga un pie en La Moncloa. Me reina que esto va a ser así, aunque, claro, yo adivino no soy. Faltan pocos días, porque me da que el magistrado quiere dejar las declaraciones zanjadas antes de que comiencen las vacaciones judiciales. Mejor, así no se apaga la llama del amor. Sánchez y el PSOE creen que esto es la Venezuela de Maduro. Y no, afortunadamente todavía no.