- Publicidad -
Cajasiete
viernes, octubre 11, 2024

En Aurora y Springfield (Colorado) se comen perros y gatos

Trump denuncia banquete de perros y gatos.

Vamos a ver. Yo creía que dar gato por conejo era patrimonio de los guachinches de las fiestas de los pueblos de las islas. Pero resulta que no. Porque el animal de Trump dice que los inmigrantes ilegales se están comiendo los perros y los gatos americanos, a gaznate sacado, en Springfield. Lo dijo en el debate con Kamala Harris, que yo lo oí, con la única duda de a qué Springfield se refería porque hay 67 ciudades americanas que se llaman así. Pero como nombró a Aurora y Aurora está en Colorado, pues deduje que se refería al Springfield de Colorado, no a la tienda de ropa de un centro comercial cualquiera, del mismo nombre. No se le puede arrebatar al mago la precocidad de su increíble destreza para que el gato sepa a conejo. Dice el mago, muy docto en el arte culinario desde tiempo inmemorial, que el secreto está en la salsa. El derivado líquido resultante de cocinar un solo conejo vale para más de una docena de gatos, y así sucesivamente. O sea, que Trump no se apunte tantos porque el mago, que no es inmigrante sino autóctono que da gusto, ya había ensayado con los gatos en los guachinches de los festejos de esas medianías, antes que los recién llegados a Augusta y Springfield, procedentes de América del Sur, siempre según el animal de Trump, que anoche perdió el debate por bruto.

José Padrón Machín, en ambiente rural.

Bueno, pues a otra cosa. Me apareció en el archivo una foto de José Padrón Machín, eterno y mítico corresponsal en El Hierro de los dos periódicos locales. En El Día firmaba con su nombre y en La Tarde con el seudónimo de Daniel Padilla. Se las arreglaba para sacar, a diario, dos noticias de El Hierro, una isla en la que nunca pasaba nada (ahora sí). Era procurador habilitado de los tribunales y tenía el pelo como estropajoso. Dicen que una vez, todos borrachos, unos estudiantes lo lanzaron a la fuente que había en el viejo campus de la Universidad lagunera y que cogió un catarro del que jamás se recuperó. Alfonso García-Ramos, en su infinita imaginación, situó a Machín en el sabinal herreño, de noche, a donde había llevado media docena de putas desnudas y él, desnudo también, las buscaba afanosamente entre la bruma. Lo que me parecía más difícil era buscar seis putas en El Hierro. Era mentira, pero sonaba a épica herreña. Dicen también que Machín escondió a mucha gente en El Hierro que los franquistas querían matar, en los tiempos de guerra y postguerra civil. Puede ser. Iba por La Tarde a recoger su sobre y yo mantenía largas charlas con él.

Yo, de cura, en la película de Raúl Jiménez.

Recuerdo que tenía una nieta muy guapa y muy lista. Miren, mientras en Augusta y en Springfield se comen los perros y los gatos –y el mago despacha en el mostrador gatos por conejos— yo hice de cura en la película de Raúl Jiménez Pastor, que ha escrito un buen guion sobre mis relatos del mago. La película ya se estrenó, la del cura. Pero está pendiente la otra peli, la del mago, que espero verla antes de cascarla. Quiero volver a vestirme de cura, porque me da que esa fue mi vocación frustrada. Hubiera sido, eso sí, un clérigo trabucaire de cojones. Mi interpretación –sobreactuada, según mi sobrino, excelente, según mis hijas—, me ha llevado a convertirme en confesor vocacional de mis amistades. No sé por qué, pero tengo tendencia a escuchar, como los sicólogos, así que equivoqué mi vocación por la parte religiosa y por la profesional. A ver si hablo con el obispo Bernardo y me ordena, antes de irse y de que lo sustituya el canarión que nos quieren mandar. Y, finalmente, aparece otra foto –hoy voy de archivo— de una ternura indescriptible. El cariño y el buen trato de una joven a un inocente burrito, mucho más inteligente que Trump, y la expresión de ternura del noble animal, correspondiendo a la actitud de su dueña.

Una foto llena de ternura que quería compartir con los desocupados lectores.

Le tengo cariño a esa foto porque me la envió la propietaria del animalito, una enfermera que trató estupendamente a Loli cuando recibía la quimio en la clínica Hospitén Rambla. Así que me encanta incluir la fotografía aquí, con mi eterno agradecimiento. No hay sino ternura en esa foto. Y yo lo celebro.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
spot_img

LECTOR AL HABLA