El Real Madrid hizo el ridículo en Anfield y casi se despide de Europa, al menos si sigue jugando así, sintiéndose inferior al rival. El Liverpool hoy es mucho mejor equipo, Mbappé parece una caricatura de jugador, Mendy no sirve para jugar en el Real Madrid y las ausencias (Alaba, Tchouaméni, Rodrigo, Militão y Vinicius) le pasan factura. Parece que Tchouaméni y Rodrigo están listos para volver.
A lo mejor es que estamos ante uno de esos célebres finales de ciclo o puede que el Real Madrid haga el milagro y se meta entre los ocho primeros. No es fácil, pero tiene que ganar los tres partidos que le quedan para clasificarse sin acudir a repescas. Con tanto lesionado parece imposible.
El Real Madrid es siempre una caja de sorpresas, pero esta vez la recuperación le va a costar más de la cuenta porque a las cinco bajas se une la de su mejor centrocampista: Camavinga. Ayer se rompió, tras un gran partido. Tiene para un mes. Se trata, al parecer, de un problema muscular. El 2-0 del Liverpool es un resultado justo.
No fue malo el planteamiento de Ancelotti en la primera parte, excepto porque le fallaron los delanteros, que no llegaban al área contraria, ni siquiera tiraban a puerta. Mbappé no dio ni un solo pase a un compañero, ni los más sencillos, y, además, erró un penalti provocado por Lucas Vázquez, que entró en el campo tras la remodelación que hizo el entrenador luego de la lesión de Camavinga, en la segunda parte. Hacía tiempo que no veía tirar tan mal una pena máxima.
Decían que Mbappé juega mejor sin Vinicius. No, juega incluso peor. Y Mendy, que termina contrato en junio, debería salir en enero. Es mucho mejor Fran García, pero con mucha diferencia. Por cierto, muy bien el canario Asencio, que sacó un balón que era gol y que cumplió a la perfección en la defensa blanca. No tuvo ni un solo fallo. Es un central como la copa de un pino.
Sin ser nada del otro mundo, el Liverpool se parece al City anterior de Guardiola, el de los primeros tiempos. Funciona como una máquina, pero sin grandes individualidades excepto el eterno Van Dijk en la defensa, que es una valla. Salah también falló un penalti absurdo que le hizo innecesariamente Mendy. Lo mandó casi al córner. Pero ni por esas.
El problema del Real Madrid no son sólo las lesiones sino también un fichaje hoy por hoy inútil, el de Mbappé. No hizo nada, tiene mala suerte, no da un pase bien, está fuera de la órbita de un gran equipo como debería ser el Real Madrid, que no puede permitirse un partido más como el de ayer.
Incluso estuvieron sus defensas pasivos en el segundo gol del equipo local, un balón que era de Courtois, que se quedó estático, lo mismo que sus compañeros. Dormidos. Y eso que el meta había salvado de una goleada a su equipo. Al menos de tres goles, en la primera parte.
Pero es difícil ganar un partido sin tirar a puerta y los delanteros del Madrid no amenazaron al Liverpool, estaban muy cómodos defendiéndose y buscando el empate. Un empate que tuvo Mbappé en el penalti. Yo cuando veo a un lanzador de penaltis dar tres pasitos de distancia del balón siempre digo que va fuera o que lo detiene el meta. Esta vez lo paró el portero. Lo habría parado yo también.