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domingo, 25 mayo,2025

El Real Madrid demostró otra vez su idilio con la Champions

Ganó en los penaltis (4-2) al Atlético de Madrid, tras anular el árbitro un tiro a Julián Álvarez

Uno se pregunta si un equipo que, por un fallo de intensidad en su desierto medio campo y otro de anticipación del portero Courtois, se deja meter un gol a los 30 segundos de juego, merece ganar la Champions.

Pero, claro, es el Real Madrid, que tiene un idilio con la competición que él mismo creó, y Courtois es posiblemente el mejor portero del mundo. Así que nada que objetar.

Para rematar el despropósito, Vinicius lanzó al segundo anfiteatro un penalti señalado por derribo de Lenglet a Mbappé. Y para más emoción en el guion de la película, a Julián Álvarez le anulan un gol de la tanda de penaltis porque, al resbalarse en el lanzamiento, el balón tocó sus dos pies. Árbitro polaco y VAR, impecables, aplicaron el Reglamento. Y, para más emoción, el quinto penalti del Real Madrid, que lanzó Rüdiger, le dobló las manos a Oblak; entró, pero casi lo para el portero atlético.

Rüdiger le dobló las dos manos a Oblak en el penalti de la tanda.

En fin, este puede ser el resumen del partido. El Real Madrid, después del gol temprano del Atlético, se lanzó a por el partido, pero no tiraba a gol. Dominaba y dominaba, pero no disparaba a puerta. Los de blanco no jugaban bien, porque las bandas no tenían profundidad, pero dominaban muchísimo. En el fútbol, el dominio no sirve sino para cansarse.

Había marcado Gallagher a los 30 segundos. Asensio despeja un balón en corto y Griezzman coge el balón en el desierto centro del campo del Madrid. Tchouameni no estaba en su sitio, no había nadie que recogiera el rechace del canario y Gallagher, ante una defensa aturrullada y un Courtois que casi tenía el balón en sus manos, marcó un gol que ni ellos mismos se creían.

El Madrid siguió dominando, pero también sin peligro y el primer tiempo terminó como iba a terminar el partido, en su tiempo habitual, 1-0 a favor del Atlético, que igualaba el 2-1 del Bernabéu. Prórroga y lo mismo. Dominaba el Real Madrid, Vinicius, como hemos contado, había regalado un penalti muy mal tirado en la segunda mitad y el partido que terminó con el resultado de aquellos 30 segundos, 1-0.

Llegó la tanda de penaltis. Lanzó primero Mbappé, impecable. Gol. Sorloth tiró el suyo por el Atlético, igualmente impecable. Gol. Siguió Bellingham (gran partido el suyo), y lo mismo. Gol. Y luego le tocó el turno a Julián Álvarez, que se resbaló a la hora de lanzar y le pegó muy ligeramente al balón con los dos pies. El VAR lo revisó y le pidió al árbitro que lo anulara. Por el Real Madrid tiró a continuación Valverde (fantástico partido el suyo, tanto de lateral como de volante), que marcó, pero casi lo para Oblak. Y Correa, por el Atlético, impecable. Gol. Lucas Vázquez tiró el suyo por el Madrid y Oblak hizo una gran parada. Le tocó el turno a Llorente, que estrelló el balón en la cruceta. Y, finalmente, Rüdiger, el más valiente del equipo, le pegó un pepinazo al balón que le dobló las dos manos a Oblak y entró. El fútbol es así. La Champions enamora al Real Madrid y el Real Madrid enamora en la Champions.

El partido constituyó todo un despliegue de fuerza, de intensidad y de entusiasmo, entre dos equipos muy igualados. Más oficio quizás del Real Madrid, que no dejó de atacar y de hundir en su campo al Atlético, que dio una auténtica clase de fútbol defensivo.

El Real se movía muy bien y controló bien el partido, sobre todo después de la entrada de Camavinga por Tchouameni. Camavinga no tuvo ni un solo fallo durante el tiempo que sustituyó a su compañero, que tenía tarjeta amarilla. Acertó Ancelotti.

Desde luego, fue éste un fútbol emocionante no un fútbol espectáculo, pero resulta que la emoción también suscita espectáculo. Y Real Madrid y Atlético de Madrid dieron la sensación de que son dos grandes equipos, dos de los tres mejores de la Liga y dos de los cinco mejores de Europa en este momento.

Ahora, a esperar al Arsenal, en cuartos, primer partido en Londres, segundo en Madrid. El Arsenal es el segundo de la Premier, a una docena de puntos del Liverpool. Será otro duelo en lo más alto del fútbol europeo. El Real Madrid, ayer, tuvo mucha posesión, pero encontró pocas rendijas en una defensa buenísima planteada por Simeone. Con el Arsenal dispondrá de más espacios. En todo caso, duelo de titanes, pero el Atlético ha encontrado su bestia negra en esta competición. Esperemos que Vinicius no se siga metiendo con el público. Sobre todo cuando juega tan mal.

A. Hernández-Romero
A. Hernández-Romero
Bajo el seudónimo de A. Hernández-Romero escribe un colectivo de periodistas deportivos que colabora con este periódico.

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