“Un mal plan es mejor que no tener ningún plan”. Frase de Frank James Marshall, jugador de ajedrez apodado “El Mariscal”.
Y esta debe de ser la consigna de todos estos que se hacen llamar “políticos”, y en realidad únicamente trabajan para su propio “plan”.
Con esto que ha ocurrido en Valencia no sólo ha quedado evidenciado lo abandonado que está el pueblo, sino también la larga distancia que hay entre la realidad, la calle, la vida y estos políticos que nos gobiernan, que van al son de sus propios intereses y planes personales.
Guste a quien guste, han sido los vecinos, las personas de otras ciudades y pueblos de España, los primeros en acudir y estar junto a los perjudicados, no sólo para ayudar, sino para darles todo el afecto y el cariño necesarios ante una desgracia de esta magnitud. Igual ocurrió en La Palma, pero al tratarse de un lugar más pequeño y de una catástrofe muy distinta, no tuvo el alcance social y humano, como ha sido ahora.
El pueblo no tiene un plan, nuestros políticos si tienen un gran plan, el mejor de todos los planes, el plan de un impuesto solidario, dijo Sanchez, para ayudar a los valencianos, el plan de que se aprueben unos presupuestos para poder crear el impuesto; el plan de reconstrucción de Valencia que habla del plan pero no de los medios para realizar el plan, no de cómo van a recuperar los valencianos su vida, como tampoco se habló en La Palma, y el plan fue meterlos en contenedores.
Aquí, en Tenerife, el Cabildo también tiene un plan, por si nos inundamos, el “Plan de gestión de riesgos de inundación y un sistema de ayuda a la decisión y alerta temprana que es único en toda Canarias»; si señor, la presidenta del Cabildo tiene un plan. Llama la atención que se hable de un sistema de ayuda a la decisión, porque siempre pensé que un político era un gestor de lo público, una persona con capacidad de decisión, pero este gran plan se llama sistema de ayuda a la decisión y alerta temprana.
Los miembros del Parlamento de Canarias también tienen un plan, han aprobado multiplicar sus dietas de 904 a 2088 euros, y se subieron el sueldo base cerca de un 10 %; esto sí que es un plan si fisuras.
La empresa EnerHi también tiene un plan, tramita una nueva planta solar de 148 MW en Macastre, Alborache, Turis, Chiva y Godelleta, ya había realizado en abril de este año, la solicitud de autorización administrativa previa y el estudio de impacto ambiental. Qué gran casualidad que sean municipios afectados por la borrasca de gota fría en Valencia.
Nuestra vicepresidenta, Yolanda Diaz, también tiene un plan “para la pandemia ocurrida el martes 29 de octubre de 2024”, y tan fresca que se quedó con su plan; no estoy segura de que sepa lo que ha ocurrido, porque se olvida de leer los informes, como ya ocurrió con lo de Errejón.
No estoy muy segura del papel que tiene Angel Victor Torres, porque parece cordial y simpático, pero está metido en todos los planes, en las mascarillas, en la memoria democrática, en el conflicto de la inmigración en Canarias; y este miércoles será quien acuda a la Sesión de Control a dar la cara con un nuevo plan. Mi curiosidad con el personaje no deja de ser contradictoria, porque algo me dice que él sí que tiene su propio plan.
Hace años, en el Parlamento, un ex político que salió huyendo cuando vio hacia donde tendría que encaminarse, el señor Rivera, habló del “Plan Sánchez”, y no se equivocó ni un ápice. Nos lo advirtió, había un plan, y ese plan, este señor y todos lo que lo apoyan, incluyendo a la oposición por dejación de funciones, y al Gobierno canario, ávido de subvenciones, lo va llevar a cabo. No tiene límites y no se esconde, El plan sigue en marcha.
