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miércoles, 25 junio,2025

El mayor cargo de Podemos cuestiona la deriva del partido

Mientras Podemos intensifica sus disputas con Sumar en el ámbito estatal, voces relevantes dentro de la organización comienzan a desmarcarse del enfoque confrontativo de la dirección nacional. Begoña Alfaro, vicepresidenta tercera del Gobierno de Navarra y la figura institucional de mayor peso del partido a día de hoy, ha decidido no renovar su liderazgo autonómico y ha lanzado duras críticas veladas a Ione Belarra e Irene Montero por lo que considera una deriva táctica alejada del interés ciudadano.

En declaraciones a EFE, Alfaro ha señalado que no se siente “cómoda” representando un proyecto que, en su opinión, antepone “nombres o marcas” a las necesidades reales de la población. Aunque evita un choque frontal con la cúpula, su decisión de apartarse de la dirección navarra no se puede entender sin leer entre líneas un claro desacuerdo con la línea estatal: el uso del conflicto político como eje central de la estrategia.

No es la primera vez que Alfaro marca perfil propio. Ya en 2023 acudió al acto de lanzamiento de Sumar en Magariños pese a la consigna expresa de la dirección nacional de no participar. Aquel gesto, que entonces parecía anecdótico, cobra ahora una nueva dimensión: una apuesta por la unidad de la izquierda frente a la confrontación sistemática con aliados potenciales.

Alfaro insiste en que sus discrepancias no son ideológicas, sino estratégicas. Defiende el modelo de coalición en Navarra, donde Podemos participa junto a Izquierda Unida, Batzarre e independientes en la plataforma Contigo-Zurekin. “Es un ejemplo de que se puede trabajar con seriedad desde la izquierda”, asegura, en contraposición al enfrentamiento constante que se vive en el Congreso.

La excoordinadora navarra también ha dejado claro que no ha recibido apoyo político “explícito” de Ione Belarra desde que asumió su cargo, pese a que ambas comparten origen geográfico. Su relación, define, es “correcta, pero muy escasa”, lo que evidencia una desconexión que va más allá de lo personal.

A pesar de su renuncia, Alfaro seguirá afiliada al partido y confía en que su salida no ponga en riesgo la estabilidad de la coalición de gobierno navarra. Recuerda que existen acuerdos firmados hasta 2027, avalados por la dirección estatal, y apela a la “altura de miras” para evitar “el disparate” de romper con una experiencia política que —según ella— ha funcionado.

El trasfondo de esta ruptura deja a la vista un malestar latente en sectores del partido que no comparten la estrategia de confrontación total con Sumar ni el repliegue identitario de la organización. La decisión de Alfaro no es solo una renuncia personal: es también una señal de alarma sobre los costes políticos de convertir las batallas internas en el principal proyecto político de una formación que, en su momento, nació para sumar.

Gabriel Suárez
Gabriel Suárez
Redactor de El Burgado, estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna, directivo de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas, Vicepresidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de La Laguna y colaborador en programas de televisión y emisoras de radios

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