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sábado, 19 julio,2025

El Leganés estuvo a punto de subirse a las barbas del Real Madrid

Otros dos goles de Mbappé y gran actuación de Fran García

Los equipos que salen al campo a lograr un puntito y a perder el tiempo, casi siempre acaban perdiendo, aunque saquen de quicio a sus rivales. El Real Madrid tiene un defecto: ante los equipos malos se confía y muchas veces los equipos malos lo ponen en un aprieto. Le ha pasado en muchas ligas y en algunas fases de grupos de la Champions. Al final, normalmente acaba ganando pero  hace poco quedó fuera de los ocho primeros en la primera fase de Champions y ha tenido que buscarse la vida en lo difícil, que es donde el equipo de Ancelotti disfruta.

Fran García fue el mejor jugador sobre el campo.

Ayer, ante el Leganés, en el Bernabéu, dieron como MVP del partido a Mbappé, que jugó muy bien y marcó dos goles, uno de penalti –un panenka—y el otro de falta, pero el mejor fue Fran García, el más completo, el que más corrió y el que dio el pase de la falta a Killian para que la mandara a la red, junto al palo de Diemitrevich, que no hizo otra cosa que tardar dos minutos cada vez que sacaba de puerta. Bueno, y sacarle un balón de gol a Mbappé con la pierna, como un portero de balonmano.

El Madrid, indudablemente acusando el parón, el maldito parón, salió al campo descentrado. No estaban, de inicio, ni Valverde, ni Vinicius, ni Mendy, ni Carvajal, ni Rodrigo, ni Tchouameni, ni Courtois, ni Alaba, así que sí estaban Lunin, Arda, Camavinga, Asencio, Fran García, Bellingham, Lucas Vázquez, Mòdric, Brahim y la basca.

Suficiente para ganarle al Leganés, pero jugando como pollos sin cabeza, sin inteligencia, de manera atropellada y con huecos terribles en la defensa, sobre todo por parte de Rüdiger, que me parece un poco trastornado.

Así que marcó el Madrid de penalti, por derribo en el área de Arda Turan,  y en la acción siguiente empató el Leganés, en una jugada embarrullada en la que nadie del Madrid acertó a despejar un balón absurdo, con graves fallos de marcaje atrás. Después volvió a marcar el Leganés y así acabó la primera parte, 1-2. Nadie se lo podría creer.

Nada más empezar la segunda, el Madrid, que había salido en tromba, se plantó en el área del Lega, tiró Bellingham, rechazó el portero, intervinieron Mbappé y Brahim, el balón dio en el larguero, pero Bellingham lo persiguió y metió en la portería el balón del rechace, lanzándose al suelo. Era el empate y el camino a la victoria.

Victoria que llegaría tras una falta de Renato Tapia a Rodrigo, que ya estaba en el campo y que luchó mucho, sobre todo en defensa cuando arreaban los otros. La tocó brevemente Fran García y disparó Mbappé por el único hueco de la numerosa barrera. La coló por un sitio inverosímil, demostrando que yo y la mayoría de los mortales estábamos equivocados con él: es un crack.

Luego el Leganés se echó arriba. Ahora ya tenía prisa por lograr el empate, que es a lo que había ido al Bernabéu, pero el Lega había perdido demasiado tiempo. Tanto que González Fuertes, árbitro del partido, lo prorrogó ocho minutos. El Madrid lo contuvo bien, con esa seguridad que tiene en los momentos comprometidos y que te pone el corazón en un puño; y al final se impuso la calidad de los jugadores vestidos de blanco.

Fue un partido emocionante, pero uno no está acostumbrado a ver al Real tan desordenado. Estos parones no le benefician, no sirven sino para cortar las buenas rachas de los rivales, aunque el Barcelona no parece afectado por las dos semanas sin Liga. Le ganó al Osasuna, pero Íñigo Martínez, que nos salió indepe incluso con ese apellido (no tiene ocho apellidos vascos), a lo mejor jugó (después de negarse a ir con la Selección Española, con la excusa de lesión) antes del tiempo que marca la FIFA, cinco días, y van y le dan el partido al Osasuna, que ha presentado recurso.

Pero como es el Barcelona, que maneja las instancias deportivas del Gobierno, para mantener a Pedro Sánchez en el poder, a lo mejor se ve libre del castigo. Y no creo que el Osasuna haga casus belli del asunto. Pues que también protesten los vascos y así tenemos conflicto indepe. A ver qué hacen los esbirros de Sánchez en las instancias deportivas entonces. ¿Un empate?

En fin, que el empate del Atlético, ayer, en el campo del Español parece que da a entender que ahora la Liga es cosa de dos. Pero quedan 10 partidos, es mucho pan para un pobre. Veremos si alguno más pincha. El sábado estuvo a punto de pinchar el Madrid; el Leganés ya se le había subido a las barbas del Barsa y del Atlético. Es un equipo atrevido y pierde más tiempo que el Getafe, que ya es decir.

A. Hernández-Romero
A. Hernández-Romero
Bajo el seudónimo de A. Hernández-Romero escribe un colectivo de periodistas deportivos que colabora con este periódico.

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