El ex presidente norteamericano Donald Trump, actual candidato republicano a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, ha sido herido en la cara por un tirador que fue abatido por la policía. Hay otra persona muerta, aunque no se sabe si se trata de otro agresor o de alguien que asistía al mitin. 50.000 personas estaban presentes en el discurso de Trump, en una localidad del estado de Pensilvania.
Miembros del Servicio Secreto que dan escolta a Trump rodearon de inmediato al ex presidente, que sangraba por una oreja. Efectivos de la Policía, fuertemente armados, se incorporaron a la escolta y llevaron en volandas a Trump hasta un automóvil cercano, que le trasladaría a un hospital cercano.
Trump estaba consciente y levantaba el puño con rabia, dando a entender que se encontraba bien. Pero sangraba abundantemente por una oreja, sin que se sepa si por un disparo directo en esa parte de la cara o como consecuencia de algo más grave.
Se escucharon varios disparos, realmente temerarios, ya que al margen del candidato pudieron ser abatidos espectadores que se encontraban cerca de él. A la hora en que escribo la policía informa que hay dos personas muertas, una de ellas el agresor. Trump, que en dos días recibirá la nominación oficial como candidato republicano, continúa siendo atendido en el hospital.
La Casa Blanca anuncia que se emitirá un comunicado en los próximos minutos, aunque hay cierta confusión sobre el atentado. El Partido Republicano llevaba ventaja en las encuestas en el estado de Pensilvania. El lugar donde se producía el mitin fue evacuado a continuación de la agresión. El desalojo se produjo en orden, aunque se apreciaron escenas de pánico y gritos cuando se escucharon los disparos. Muchos espectadores se echaron al suelo para protegerse y al candidato lo rodearon inmediatamente los miembros del Servicio Secreto, que le echaron al suelo para ponerlo a salvo de más hipotéticos disparos.
Una última hora habla de “heridas” en la cara de Trump. Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, fue informado del atentado inmediatamente.
En los Estados Unidos se produce en este momento una gran conmoción. Parte del público gritaba “¡USA!” cuando Trump era conducido al coche en el que sus escoltas lo trasladaron al hospital.
Las imágenes que están ofreciendo las televisiones son impactantes, ya que se puede apreciar cómo los disparos alcanzan al candidato y cómo suenan otros, fuera de cámara, que se supone son de la policía, para abatir al agresor o agresores. De momento, es todo lo que podemos contar. Los políticos empiezan a reaccionar y a hacer declaraciones.