El diario británico The Times calcula en más de 400 los muertos que pueden contabilizarse tras los desbordamientos de ríos, torrentes y antiguos cauces secos en la Comunidad Valenciana provocados por la DANA, cuyas consecuencias han sido más que catastróficas. Varios pueblos prácticamente han sido destrozados por la riada.
Otras estimaciones indican que los desaparecidos pueden ascender a 300, lo que unido a los 202 muertos ya confirmados pueden elevar la cifra de víctimas mortales a más de 500.
Mientras tanto, Gobierno de España y Generalidad valenciana siguen echándose las culpas de la falta de previsión, de haber rechazado el concurso de 300 bomberos franceses, de no haber activado a tiempo al Ejército, de los saqueos por parte de delincuentes comunes y miembros de organizaciones mafiosas, de que cuarenta coches de la Guardia Civil han sido inutilizadas por la riada y no han sido repuestos y de que el Gobierno de Sánchez ha reaccionado tarde y mal.
Pero, sobre todo, la gente se queja de que ha faltado un mando único que coordinara todas las acciones de salvamento y de prevención y de que Gobierno y oposición se echen mutuamente las culpas, unos a otros, olvidándose de los valencianos que sufren y que lo han perdido todo.
El Gobierno aprobará el martes, en Consejo de Ministros, la declaración de zona catastrófica para las zonas afectadas por la DANA, pero nadie cree a Pedro Sánchez, al que la gente insultó cuando llegó en helicóptero a la Comunidad Valenciana, a interesarse por la situación. No son nuevos estos insultos. Pedro Sánchez, para salir a la calle, tiene que irse a la India. En España no puede.
El saqueo ha sido la norma. Hay una decena de personas detenidas, cogidas in fraganti mientras robaban en tiendas y en sucursales bancarias, pero los saqueos se han producido por centenares, sin que las fuerzas de seguridad, desbordadas por la situación, pudieran evitarlo. Por otra parte, 750 militares han sido destacados ya, por parte del Ministerio de Defensa, a la Comunidad Valenciana, además de los efectivos de la UME (Unidad Militar de Emergencias), que ya actuaban allí.
Margarita Robles, la ministra de Defensa, ha dicho que, si hiciera falta, todas las fuerzas disponibles de los Ejércitos trabajarían en la Comunidad Valenciana para ayudar a la población y a encontrar a los desaparecidos.
La opinión generalizada es que la Comunidad no está preparada para actuar en este tipo de catástrofes, que la coordinación de la Generalidad con el Estado es nula o inexistente, que se reaccionó tarde y que es preciso establecer nuevos protocolos por si se vuelve a producir una situación similar.