El Día Mundial del Retrete: 19 de noviembre

Te anticipo que esto no es un artículo sobre la escatología y la porquería: es algo más que eso.

Pues bien, el retrete es un aparato sanitario para evacuar los excrementos y la orina, provisto de un sifón que evita los malos olores. Se encuentra presente en viviendas. Allí donde se desarrolle una actividad comercial también podrás encontrarlo, afortunadamente. Y es que un inesperado apretón y un retrete suelen formar una tabla de salvación.

A pesar de que nadie lo menciona y que no es protagonista de ninguna red social, el inodoro es un elemento cotidiano y fundamental en la vida moderna. No obstante, no todas las personas disponen de un váter o cuarto de baño. El retrete no se puede considerar de forma aislada sino como parte integrante de la red de saneamiento. Debe existir una infraestructura adecuada que sea capaz de llevar las aguas fecales a un lugar para su tratamiento adecuado. De lo contrario, podrían aparecer enfermedades y otros escollos.

Desgraciadamente, según Naciones Unidas, 3.500 millones de personas no disponen de un servicio de saneamiento seguro y 419 millones de personas expelen sus excrementos al aire libre. Habida cuenta de la importante función social del retrete y de la higiene, Naciones Unidas ha establecido el día 19 de noviembre como El Día Mundial del Retrete.

En la conmemoración anual del cuarto de baño subyace la fragilidad humana. En muchas ocasiones, en un espacio urbano, se descuidan los aspectos esenciales y vitales como pueden ser no sólo el saneamiento sino también el alumbrado público o el abastecimiento de agua potable. De hecho, estos últimos tampoco suelen ser estrellas de las redes sociales. Las autoridades políticas más bien nos hablan de auditorios y otras grandes construcciones. La imaginería política, mimetizada con las aplicaciones de mensajería instantánea, se ha convertido en algo críptico y frívolo.

En la actualidad, hemos transferido aspectos indispensables de nuestra vida. Ciertamente, es imposible percatarse de todo. Y es que, en la sociedad desarrollada, damos por bueno que nunca existirán problemas con las cosas básicas o que, al menos, terceras personas resolverán cualquier inconveniente de forma eficiente y eficaz.  Sin embargo, ese estereotipo no puede suponer de ninguna manera que renunciemos a los elementos inherentes de la condición humana y de nuestro funcionamiento vital.

Una manera de anticiparse a los problemas que puedan ocurrir consiste en emular el mecanismo de un compás.  De esta manera, sólo deberías trazar la circunferencia que origina el compás cuando tengas claro cuál es el centro de la realidad. Entonces, podrás siempre distinguir lo primordial de lo superficial: caminar sobre seguro.  La ventaja más apreciada y útil del movimiento de un compás reside en que nunca perderás de vista lo esencial.

¿Qué materias conforman el epicentro de la cruda realidad en una sociedad? Para responder a esta pregunta podríamos acudir a los artículos 25 y 26 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local. Estos preceptos normativos no son omnicomprensivos sino orientativos. Así pues, podemos citar algunas variables que se nombran en el mencionado articulado legal: el tratamiento de aguas residuales, la protección civil, el urbanismo, la promoción y gestión de la vivienda de protección pública, así como la atención inmediata a personas en situación o riesgo de exclusión social. Seguro que se te ocurren otras.

Finalmente, para acabar,  habrás percibido  que las cosas significativas se proyectan a lo largo de 365 días, aunque sólo las recordemos durante un día al año. La memoria es un elemento fundamental del movimiento de un compás ya que nos ayudará a iniciarlo. Decía un archiconocido matemático:   dadme un punto de apoyo y moveré el mundo.