El Congreso de los Diputados ya no es lo que era. Recuerdo aquellos cortaditos en el bar de periodistas y diputados y las divertidas crónicas de Joaquín Aguirre Bellver en “Pueblo”. Ahora el Congreso es una cámara desagradable, donde todos hablan cuando uno suelta su discurso en la tribuna y donde los señores y señoras diputadas se quedan en el bar incluso cuando se vota, aunque hace tiempo que no se vota porque, si se votara, Sánchez perdería. Y entonces gobierna por decreto-ley, que es más cómodo. También lo hizo a veces la UCD, que conste para la historia. A mí me gusta la crónica parlamentaria, Pedro Rodríguez la bordaba, fue el mejor cronista de la vida española hasta que Umbral lo sustituyó; y después Raúl del Pozo; y actualmente Jorge Bustos en “El Mundo”. Bustos tiene una gran cultura y conoce a los clásicos, porque estudió filosofía clásica. Yo tenía un amigo, Eduardo Acosta Méndez, profesor de Alcalá, palmero, que era un maestro en el conocimiento de los clásicos. Me escribió unas historias deliciosas de Diógenes Cínico que yo publiqué en su día en “La Gaceta de Canarias” cuando la dirigí, desde 1999 a 2002, si la memoria no me falla. Tengo ganas de rescatar esas crónicas, así que un día voy a la hemeroteca y las saco. No sé dónde estará la colección de “La Gaceta” y ya no queda nadie de entonces. Ha muerto hace meses el que fuera su presidente, mi amigo Jesús Martínez, después de una larguísima enfermedad. Aquel fue un proyecto bonito que acabó como un terrón de azúcar en un vaso de agua, muriendo poco a poco. Por seguir hablando de medios, ha habido escabechina en la SER, en la cúpula. Oughourdian ha hecho limpia y ha puesto a Fran Llorente, ex de TVE, al frente de los contenidos, con lo que creo que van a mejorar porque ahora son sectarios que da gusto, aquí y en Madrid y en Cuenca. Pero yo había titulado esto de hoy con el Congreso, que es una jaula de grillos. El Gobierno ha inventado el sistema de no contestar cuando le hacen preguntas, sino que se va por los cerros de Úbeda y el PP cae en la trampa y pregunta, sabiendo que no le van a contestar. Es un sinvivir y la cosa ocurre cuando ya no hay cronistas parlamentarios como Joaquín Aguirre-Bellver y como Pedro Rodríguez. Qué pena.
lunes, 23 junio,2025