El atentado más disparatado de la historia, una trama digna de Mortadelo y Filemón, ha ocurrido en Puerto Ayacucho, en el Amazonas venezolano, cerca de la frontera con Colombia, donde hace un calor de pelotas. Hasta allí, nadie sabe por qué eligieron esa ruta que no es turística que digamos, se fueron dos vascos, uno de ellos técnico en aire acondicionado –muy propio, para la zona— y el otro sin empleo conocido. Como Maduro necesitaba un atentado para hacerse el mártir encargó al poco habilidoso Diosdado Cabello, su amigo y ministro del Interior, que urdiera una trama, muy a lo Mortadelo y Filemón, que diera a entender que querían matarlo, o secuestrarlo, que daba igual. Trincaron a tres americanos, los tres que andan por Venezuela, y a un checo que estaba meando en un platanal, y los acusaron, junto a los dos vascos, de urdir un plan para matar al sátrapa. Habrá que averiguar a quién se le ocurre ir a hacer turismo a Venezuela en este momento y también de dónde salen las armas que dicen que les cogieron. Pero a mí me da que esta es una trama bufa, porque además Diosdado acusa a los dos vascos de pertenecer al CNI, el desprestigiados servicio secreto español, que no da una desde los tiempos en que Tejero se metió en el Congreso de los Diputados disparando su pistola y nadie dio la voz de alarma un par de meses antes. El entonces Cesid, ni se enteró. O sea, que nuestros espías no son los mejores y, viendo la cara de estos dos, parecen más nicaragüenses que vascos, aunque sí lo son porque sus familias han denunciado ya su desaparición. En fin, que no me creo nada. Sí fue duro que ayer volvieran a intentar matar a Trump, mientras jugaba al golf –mal— en su campo de Florida. El Servicio Secreto disparó contra un hombre y encontró diversas armas en los alrededores. A la hora en que escribo no se sabe si alguien murió, Trump está bien y hay un detenido. Las armas están siendo analizadas por los agentes especialistas del Servicio Secreto. Si se confirma, es la segunda vez que quieren matar a Trump en un mes y esto sí que parece serio y grave. Lo de Venezuela, un cuento chino, aunque los vascos canten lo que canten, que ya se encargará Diosdado de violar todos los derechos humanos, los derechos de defensa y la integridad física de los detenidos. Porque Diosdado Cabello es un animal de bellota. Si alguien quisiera atentar contra Maduro y desestabilizar Venezuela enviaría a especialistas, no a técnicos en aire acondicionado y a desempleados. Sabe Diosdado que un ejército de mercenarios bien organizado entraría por un lado en el país y saldría por el otro con Maduro y él encapuchados, ilesos y que serían entregados a la autoridad competente, sanos y salvos. De momento, todas las cuentas y propiedades de 16 de los suyos han sido bloqueadas en los Estados Unidos. No pueden ni hacer un bizun.
viernes, octubre 11, 2024