Ha publicado en las redes Trino Garriga junior, compañero fotógrafo, reportero gráfico, una instantánea del que fue el último limpiabotas de Santa Cruz, don Eusebio. Fue de todo, confidente de mucha gente necesitada de conversación, sabio popular. Los limpiabotas eran depositarios de muchos secretos y buenos observadores de la realidad ciudadana. Me dice Juan-Manuel García Ramos que las conversaciones con él eran muy enriquecedoras. Cuando se celebraba un evento festivo en la plaza de España, en las que había tapiño gratuito y aquello se llenaba de gente, don Eusebio siempre le decía al catedrático: “Desengáñese usted, don Juan-Manuel, si es gratis esto se llena. No tenga duda”. Ahora, Trino Garriga junior ha homenajeado en las redes a este hombre que a las seis de la mañana se estaba tomando cañas en el mercado Nuestra Señora de África, antes de dar lustre a los zapatos de los ciudadanos. No manchaba ni los calcetines blancos de los clientes, que entonces se estilaban, porque ponía una especie de espinilleras en los laterales de los zapatos.
Cambio de tercio. Frecuentemente, los lectores me envían fotografías, como la del otro día de la perrita en una playa del sur, contemplando una puesta de sol. Hoy incluyo aquí una de Garachico y su Roque, supongo que en un atardecer, que fue tomada por Andrés Lemus y que refleja toda la belleza la nuestra isla. Yo no sé qué tiene Garachico que atrae tanto: por su historia, quizá; por su tragedia volcánica; por la belleza de sus casas antiguas; porque fue el principal puerto de Tenerife. En todo caso, la foto es espectacular y merece que ustedes la disfruten. Otra cosa. El próximo día 19 de septiembre, Clemencia Hardisson Vouters (1908-2000), la primera miss Tenerife, una luchadora contra el franquismo y el nazismo, que fue condecorada por De Gaulle con la Medalla de la Legión Francesa, será reconocida como hija predilecta de Tenerife. Una nieta suya recogerá este reconocimiento. El cineasta Raúl González ha realizado un documental sobre su vida y su obra.
Una mujer valiente, que tiene varias calles con su nombre en Tenerife y jamás nadie se ha atrevido a alterar esos rótulos. Fue musa de pintores como Bonnín y Martín González, hija de la baronesa Coppens, emparentada con varias casas reales europeas. Sufrió prisión –dos años— en la cárcel de mujeres de Santa Cruz, a causa de sus ideas políticas, más bien de las de su novio, el ingeniero portuario José Luque. La policía la detuvo “por sus amistades”, entre ellas la del rector de La Laguna, el profesor Mainar. Tienen ustedes un reportaje sobre Clemencia Hardisson en estas mismas páginas, que en su día yo publiqué en Diario de Avisos, en el que se dan bastantes datos de su vida. Nunca es tarde y ahora Tenerife la premia con su distinción más honrosa.
También será condecorado, a título muy póstumo, el científico español acaso más importante de la historia. Don Blas Cabrera Felipe, que nació en Lanzarote en 1878 y murió en México en 1945. Fue el creador de una escuela de magnetismo y candidato al Nobel en varias ocasiones. Sus restos mortales descansan en el cementerio de San Luis, en La Laguna. Blas Cabrera fue amigo de Eisntein y se codeaba con lo más granado de la ciencia mundial, sobre todo en el campo de la física. Es curioso: se fue a Madrid a estudiar derecho, pero pronto se pasó a la ciencia. Se me ha hecho corto este Pipol de hoy, que habla desde un humilde betunero hasta un científico de talla mundial, pasando por una heroína contra el fascismo y el nazismo, una mujer valiente que lo mismo participaba en un concurso de belleza que en un mitin a favor de la libertad y de la democracia. Uno se siente orgulloso de trasladarles a ustedes todo esto.