De gira por Oriente Medio

Se ha ido el desvergonzado sátrapa de gira por Oriente Medio a hablar mal de Israel. En vez de solucionar lo que tiene en casa, para lo que parece incapaz, se lanza al avión como un poseso para hacer “política internacional”. Yo creo que este tío es un pobre hombre, sobrevalorado por sí mismo, incapaz de timonear el temporal que tiene encima. Y, además, hay una treintena de ministros más o menos ociosos, algunos de ellos iletrados, que le bailan el agua, a pesar de que los veja y los insulta, como ha quedado patente en las filtraciones de los mensajes de Ábalos. Yo me imagino la metralla que tendrá Ábalos contra Sánchez y que al final acabará filtrando también, porque cuando se le ha perdido el respeto al jefe, cabe todo. Ahora van a triturar a Santos Cerdán, que es el pájaro que queda por caer, y uso la palabra pájaro con el mismo respeto de como la usó el sátrapa, refiriéndose a Margarita se llama mi amor, uno, dos, uno dos, ministra de Defensa. Había una película protagonizada por Antonio Ozores, “Quince bajo la lona”, que tuvo como banda musical esta canción. A Ozores lo llamaban sus compañeros de tienda militar “El estupendo”, porque se pasaba toda la película repitiendo esta palabra, en unas respuestas ridículas. Era una especie de homenaje a las Milicias Universitarias, mezclado con historias de amor de campamento. Bueno, graciosa, como todo el cine español que a mí me encanta, aunque hay películas de Ozores (de los dos), Esteso y Pajares que ya no aguanto. Bueno, pues ahora el que va a caer, intuyo, es Santos Cerdán, número tres de Sánchez, con lo que el viajante tendrá otro problema. Antes lo va a tener con el Mosad porque los israelíes –hacen bien— no perdonan los agravios e Israel va a filtrar información de Sánchez, al que ya considera su enemigo. Unas relaciones que han costado años normalizar, este tío las tira por la borda. No me extraña que en la entrevista que Napoleonchu va a mantener con Marco Rubio en Washington, el secretario de Estado USA le diga algo al respecto al ministro de Exteriores español, ese que se dedica a represaliar a compañeros de “la carrera”. Sánchez debería viajar menos a países donde ni siquiera saben quién es e intentar solucionar algo en el suyo, que se cae como un castillo de naipes y en el que no puede ni siquiera salir a la calle.