Una tragedia sin precedentes golpeó a República Dominicana en la madrugada del martes, cuando el techo de la icónica discoteca Jet Set, ubicada en la capital, Santo Domingo, se desplomó durante un concierto del reconocido merenguero Rubby Pérez, dejando un saldo devastador de al menos 124 muertos y más de 150 heridos, según el último reporte del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) emitido este miércoles. El colapso, ocurrido poco después de las 00:44 hora local, ha sumido al país en un profundo duelo, con el presidente Luis Abinader decretando tres días de luto nacional.
El incidente tuvo lugar en uno de los locales más emblemáticos de la vida nocturna dominicana, conocido por sus “lunes de merengue” y con una capacidad para entre 700 y 1.000 personas. En el momento del derrumbe, cientos de asistentes disfrutaban de la presentación de Pérez, una figura legendaria del género, quien lamentablemente también perdió la vida bajo los escombros. Entre las víctimas confirmadas se encuentran personalidades destacadas como la gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, el exlanzador de Grandes Ligas Octavio Dotel, y el saxofonista de la banda de Pérez, además de decenas de ciudadanos anónimos, incluyendo cinco colombianos reportados como desaparecidos.
Los equipos de rescate, integrados por más de 300 socorristas, han trabajado sin descanso desde el martes, utilizando maquinaria pesada, drones y perros para buscar sobrevivientes entre los escombros de ladrillos, zinc y acero. Sin embargo, desde las 15:00 del martes (hora local), no se han encontrado más personas con vida, lo que ha reducido las esperanzas de hallar sobrevivientes. Decenas de familiares se han congregado en los alrededores del lugar y en hospitales cercanos, como la Plaza de la Salud, aguardando noticias de sus seres queridos.
Las autoridades aún no han determinado la causa exacta del colapso, pero expertos como Norberto José Rojas Mercedes, ingeniero civil del Instituto Técnico Tecnológico de Santo Domingo, han planteado hipótesis preliminares que incluyen fallos estructurales debido a la antigüedad del edificio –inaugurado en 1973– o sobrecarga por el número de asistentes. Las labores de investigación comenzarán una vez finalicen los rescates, con el objetivo de evaluar la estructura y esclarecer las circunstancias del desastre.
El presidente Abinader visitó el sitio el martes por la mañana, visiblemente afectado, y afirmó que “salvar vidas” era la prioridad, mientras prometía apoyo a las familias de las víctimas. “Lamentamos profundamente esta tragedia. Estamos siguiendo el caso minuto a minuto”.
La discoteca Jet Set, un símbolo cultural que durante cinco décadas acogió a artistas de renombre y turistas, emitió un comunicado asegurando su colaboración “total y transparente” con las autoridades para esclarecer lo sucedido y asistir a las víctimas. La tragedia ha conmocionado no solo a República Dominicana, sino también a la comunidad internacional, con mensajes de condolencia de figuras como Julio Iglesias y gobiernos como el de Ecuador.
Con un saldo que supera las 120 víctimas fatales, este colapso se posiciona como una de las peores catástrofes en la historia reciente del país, comparable a la explosión de San Cristóbal en 2023 (38 muertos) y el incendio en la cárcel de Higüey en 2005 (136 fallecidos). Mientras los esfuerzos de rescate continúan y el duelo nacional se instala, la nación caribeña enfrenta el desafío de sanar una herida que ha tocado a familias, artistas y comunidades enteras, dejando un vacío que será difícil de llenar.