(De nuestro corresponsal, Félix Lam, Nueva York).- “Se teme que sea el día más negro desde el 11 de septiembre”, dicen los medios de los estados Unidos.
El avión de la filial de American Airlines, American Eagle, un Bombardier de fabricación canadiense CRJ 700, con 64 personas a bordo –cuatro eran miembros de la tripulación—, se disponía a aterrizar en el aeropuerto Robald Reagan de Washington, cuando supuestamente fue embestido por un Black Hawk militar, con tres personas a bordo, que realizaba un vuelo de entrenamiento en la vertical del edificio del Pentágono.

No hay supervivientes, según las primeras impresiones, y la mayoría de los restos de las dos aeronaves cayeron sobre el río Potomac, sin que se conozcan efectos mortales en tierra, por el momento. Entre los pasajeros se encontraba un equipo de patinaje estadounidense, con sus entrenadores, dos de ellos excampeones del mundo.
Todo parece indicar que el helicóptero militar, por causas que aún pertenecen a la investigación, se interpuso en la trayectoria de descenso del avión, que había contactado con la torre de control del aeropuerto Ronald Reagan para iniciar la aproximación a pista, lo que se estaba realizando con toda normalidad. El helicóptero procedía de la zona del Capitolio. El avión de American procedía de Wichita (Kansas) y llevaba a bordo 60 pasajeros y cuatro tripulantes.

Hasta el momento se han recogido 28 cadáveres de las heladas aguas del río, aunque los restos se encuentran esparcidos por un área mayor, según los bomberos. El helicóptero militar siniestrado, el famoso Sikorsky Black Hawk, es capaz de transportar12 soldados con equipaje completo y cuatro tripulantes en misiones de rescate, combate, ambulancia y otras aplicaciones militares.
Cientos de policías y bomberos, utilizando embarcaciones y otros medios de rescate, están trabajando en el río Potomac, que sufre temperaturas gélidas. Pretenden encontrar supervivientes, aunque las autoridades norteamericanas se muestran muy pesimistas a la hora de que alguien haya podido sobrevivir al tremendo choque, que fue captado por cámaras y teléfonos móviles, lo que ayudará a los investigadores a esclarecer las causas del siniestro.
Hasta el momento han sido recuperados 28 cadáveres, como hemos dicho, aunque a medida que pasan las horas los rescatadores confían en recuperar la totalidad de los cuerpos de pasajeros, tripulantes y militares fallecidos en el siniestro.