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La multinacional estadounidense Chiquita ha abierto en Bérgamo (Italia) su mayor centro de maduración de plátanos en la Unión Europea y ha plantado 20.000 plataneras en Sicilia, movimientos que podrían afectar la presencia del plátano canario en el mercado europeo. La iniciativa forma parte de la estrategia de la compañía para reforzar su cadena de suministro y acercar la producción a los consumidores europeos.
En septiembre, representantes del gobierno italiano visitaron Canarias para conocer de cerca el proceso de producción local, en un viaje organizado por Proexca y Asprocan. El objetivo era intercambiar experiencias y analizar las posibilidades de cooperación en la producción de plátano en el Mediterráneo, un cultivo que se enfrenta a la competencia creciente de multinacionales.
Expertos del sector advierten que la expansión de la empresa americana podría ejercer presión sobre los precios y la cuota de mercado del plátano canario, especialmente en mercados estratégicos como Italia y Francia. Sin embargo, desde las asociaciones locales se destacan las ventajas de la producción tradicional canaria, que mantiene estándares de calidad diferenciados y un sello de origen protegido que puede favorecer su posicionamiento frente a la competencia internacional.
Proexca y Asprocan han asegurado que continuarán promocionando el plátano de Canarias en ferias y eventos europeos, buscando mantener su visibilidad y competitividad frente a las grandes corporaciones. La llegada de Chiquita al Mediterráneo supone un nuevo desafío para el sector, que combina tradición agrícola con necesidades de adaptación a un mercado global cada vez más exigente.