El Gobierno de Canarias lanzó este martes una campaña para incentivar el consumo de papa local, cuya cosecha está en plena recolección y se espera que sea abundante gracias a las recientes lluvias en el archipiélago. Bajo el lema “Mándate una papa, pero que sea canaria”, la iniciativa busca garantizar un precio justo de 1,40 euros por kilo para los consumidores, asegurando al mismo tiempo una remuneración digna de alrededor de un euro por kilo para los agricultores, según anunció el consejero de Agricultura, Narvay Quintero, en una rueda de prensa.
La campaña responde a la preocupante reducción de las hectáreas dedicadas al cultivo de papa, que pasaron de 5.400 en 2014 a 3.355 en 2023, debido a los bajos precios pagados a los productores –en ocasiones por debajo de los 50 céntimos por kilo– y a la competencia de las importaciones. Quintero hizo un llamamiento a las grandes distribuidoras para que mantengan un precio estable y no lo reduzcan ante la previsión de una cosecha que podría superar las 70.000 toneladas de 2022, beneficiada por las precipitaciones. “Si no se paga un precio justo, seguiremos perdiendo terreno agrícola”, advirtió, destacando que Canarias consume unas 150.000 toneladas de papa al año.
El agricultor Sergio Rodríguez, conocido como “Nito” y participante en la campaña, subrayó la calidad de la papa canaria, como la variedad “papa bonita”, y pidió a la población apoyar a los productores comprando en fruterías de barrio y mercadillos locales, donde la cosecha ya está disponible en islas como Gran Canaria y pronto lo estará en Tenerife. “La gente no siempre sabe que ahora es temporada. Queremos que se valore nuestro trabajo”, afirmó Rodríguez.
La iniciativa también pone en valor la frescura y el sabor de la papa canaria, un pilar de la gastronomía del archipiélago, frente a las importaciones de países como Reino Unido o Egipto, que han generado tensiones en el pasado por plagas como el escarabajo colorado. Aunque no se ha cuantificado el volumen exacto de la cosecha, se espera que haya suministro hasta noviembre, lo que podría aliviar las fluctuaciones de precios vistas en 2023, cuando el kilo llegó a costar hasta 4 euros en algunos mercados.
En redes sociales, la campaña ha generado apoyo, con usuarios destacando la importancia de consumir productos de kilómetro cero, aunque algunos piden mayor claridad sobre cómo garantizar que el precio justo llegue al agricultor. Estas opiniones, sin embargo, reflejan más un sentir general que datos verificados. Mientras tanto, el Gobierno de Canarias confía en que esta estrategia no solo impulse la economía agraria, sino que también refuerce la identidad cultural de las islas, donde la papa arrugada con mojo sigue siendo un símbolo irrenunciable.