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Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil ha desarticulado una de las redes de narcotráfico más activas de España, con sede en Canarias, al detener a su cabecilla José Ramón A.C., conocido como “José el del Buque”. El arresto tuvo lugar tras una investigación que se prolongó durante más de un año y culminó cuando el líder se entregó voluntariamente en comisaría en Las Palmas de Gran Canaria, al verse cercado por los indicios acumulados.
La operación, denominada Lazos de Sangre, se saldó con un total de 17 arrestos, y la realización de 23 entradas y registros en diversas localizaciones de Las Palmas de Gran Canaria, La Gomera y Fuerteventura. Se han intervenido cerca de 100 kg de cocaína y otros tantos de hachís, tras varias persecuciones en alta mar.
Además, los agentes requisaron un conjunto importante de bienes materiales ligados a la red criminal: 14 inmuebles, 38 vehículos de distintos tipos, 24 embarcaciones y numerosos dispositivos informáticos y documentación relacionada con la estructura operativa del grupo.
La red liderada por “El Buque” operaba con gran sofisticación empleando embarcaciones para introducir cargamentos de droga desde el mar, con fuertes vínculos internacionales y presencia especialmente en la zona sur de Gran Canaria.
El nombre de José el del Buque se había convertido en mediático el pasado mes de marzo, cuando su esposa e hijo fueron secuestrados durante más de un día en su chalet del sur de Gran Canaria, un suceso que habría estado vinculado a disputas internas o ajustes de cuentas entre organizaciones dedicadas al narcotráfico.
La operación ha contado con el impulso del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional y de la Fiscalía Especial Antidroga, además del apoyo internacional de entidades como la DEA de Estados Unidos, Europol, la agencia británica NCA, el MAOC-N y el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).
Este golpe supone un duro revés para el narcotráfico en Canarias y en España en general, al desarticular una organización que generaba un fuerte impacto mediante el uso del mar como canal de entrada de estupefacientes y con una estructura jerárquica establecida. El hecho de que el líder haya optado por entregarse refleja la presión acumulada de la investigación, así como la eficacia de la coordinación entre cuerpos nacionales e internacionales de seguridad.
Las consecuencias legales para José el del Buque y sus colaboradores serán ahora objeto del proceso judicial correspondiente, que evaluará los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y los relacionados con la estructura de bienes incautados.